-
HISTORIAS DE LA OFICINA
Fecha: 30/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Cuando cumplí 18 años, por recomendación de un tío mío, entré a trabajar a una gran Compañía. Me asignaron en la sección Expedición y Venta, donde básicamente había que cargar y descargar mercadería que venía de fábrica y se llevaban los compradores mayoristas o particulares. Mi imagen no encajaba para nada en ese ambiente; soy de 1,60 de estatura ni parezco con fuerza ni la tengo... y menos a los 18 añitos que además tenía cara de bebé y era completamente lampiño... El resto de mis compañeros eran muchachos de veinticuatro en adelante, altos, con físicos trabajados por ese tipo de tareas. Por supuesto cuando llegué todos se miraron con miraditas cómplices hasta que alguien dijo si me habían mandado como secretaria y todos largaron la risa contenida, yo me puse notoriamente colorado pero me dijeron que no me molestara y algunos me dieron un abrazo de bienvenida para demostrar que no tenían nada en mi contra pero al sentir mi perfume volvieron a hacer bromas sobre mi hombría. Yo no es que sea afeminado ni mucho menos pero los buenos modales no parecían ser una virtud entre estos muchachos. El resto del día se dedicaron a hacerme bromas y a dejarme en evidencia, salvo el único señor mayor a quien todos respetaban y quien les ponía un poco de freno cuando las bromas se ponían muy duras. El Sr. Hernández era un señor de unos 40 años más o menos (era difícil acertar con su edad) de complexión gruesa pero no gordo de pelo entrecano, ojos celestes unos brazos y manos enormes con ...
... dedos gruesos y torpes Piernas de jugador de futbol y de muy pocas palabras. ÉL fue quien me fue enseñando las tareas y fue muy gentil conmigo dentro de su evidente brutalidad. Al terminar la jornada nos fuimos todos menos el Sr. Hernández, al vestuario que era una habitación rectangular bastante estrecha con una sola ducha al final y sin puerta. El Sr. Hernández tenía una habitación en el sótano, que era uno de los depósitos, y allí tenía hasta una cama ya que a veces se quedaba como sereno. Recordarlo ahora me causa hasta gracia, pero en verdad yo estaba muy nervioso. No me gustaba la idea de desnudarme ante aquellos tipos así que decidí que me bañaría por último. Pero ellos comenzaron a decir que por ser el primer día, me correspondía bañarme a mi primero. Yo trataba de dar excusas pero de pronto empezaron a insistir y a ponerse muy serios y me rodearon y me dijeron que me desnudara para bañarme. Yo comencé a desnudarme bastante temeroso y por tanto muy lentamente... se hizo un silencio incómodo para mí. Ya no me decían bromas ni groserías y sólo se escuchaba en aquel lugar la respiración agitada y entrecortada de aquellos cuatro jóvenes y hermosos machos mirándome fijamente mientras yo me desnudaba para ellos... Comenzaron a tocarse sus vergas sin quitar sus ojos de mi cuerpo blanco y completamente lampiño, con ojos de lascivia. Sentí unas manos que presionaban sobre mis hombros hasta que me dejaron de rodillas y ahí comenzaron a refregarme sus vergas por mi cara. Me tenían ...