mi mujer y su hermana
Fecha: 30/01/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Tabú
Autor: ilrelatore, Fuente: xHamster
... ahora mismo, no te vistas”. “¿Si?” Contestó ella entre sorprendida y halagada. Giró su cabeza y nos besamos. Entró entonces Elena. “No habréis empezado sin mi, ¿no?”. “Aún no” respondió Lucía “pero si tardas un poco más nos encuentras follando”. Todos reímos y de nuevo a la cama. Yo ocupé mi lugar entre ellas. Iba a llegar tarde al trabajo y Lucía se perdería la clase de hoy, pero ni por asomo nos preocupaba eso en ese momento. Comenzamos con caricias y besos entre los tres mientras bromeábamos con lo de la nevera, así durante unos minutos, que fueron los que necesitaba para volver a estar preparado. “Ahora habrá que repetir” dije yo señalando hacia mi polla ya tiesa. “Creo que Carlos va a follarnos otra vez” dijo Elena a su hermana. Lucía me hacía una paja mientras Elena me besaba. Acercó su cabeza hasta mi verga, que se metió de nuevo entera en la boca y chupó, esta vez con menos nerviosismo. Elena bajó también y se fueron turnando para hacerme una mamada. Cuando sus bocas coincidían en mi polla, jugaban con sus lenguas entre mi capullo y sus labios. Elena se incorporó y se sentó sobre mi. Su hermana tenía mi polla sujetada hacia arriba, manteniéndola mientras entraba en el coño de Elena. Pequeños movimientos arriba y abajo iban encajándola cada vez más adentro en su coño, y a medida que entraba, más se movía ella. Lucía se pone de pié sobre mi cara y mientras baja, acaricia su coño, como adelantándome lo que esperaba de mi en cuanto lo coloque en mi boca. Y así quedan una ...
... frente a la otra, Elena recibiendo toda mi polla en su coño empapado y Lucía moviéndose suavemente al compás de mi lengua que acariciaba su rajita. El círculo se cerraba con ellas dos besándose y jugando con sus tetas. De nuevo éramos los tres todo gemidos, respiraciones rápidas y agitación de nuestros cuerpos buscando aprovechar cada centímetro más de placer que pudiéramos darnos. Elena saltaba sobre mi, clavándose mi polla hasta el fondo en cada caída, y Lucía movía sus caderas adelante y atrás y en círculos buscando rozarse con mi lengua y mis labios desde el clítoris hasta su culito. Noté a Elena salirse, momento que su hermana aprovechó para inclinarse y hacerme una paja mientras yo no dejaba de comerle el coño. Elena se acercó a su culo y empezó a lamerlo. Lo llenó de vaselina, metiéndole los dedos lo más adentro que pudo preparándolo para mi follada. Nuestras lenguas se encontraban en el empapado coño de Lucía arrancándole largos gemidos de placer. Era el momento de encular a mi cuñada. La coloqué de nuevo a cuatro patas, abrí sus nalgas con mis manos y la propia Elena mantenía mi polla en la entrada del dilatado agujerito de Lucía. Empujé suavemente y su ano fue abriéndose mientras mi capullo la penetraba. Me detuve un momento, moviéndome en círculos y con pequeños empujoncitos le metía y sacaba la punta de mi dura polla. Elena me la sostenía con una mano y con la otra masturbaba a su hermana, que con lo ojos cerrados esperaba impaciente que le rompiera su culito. Le ...