1. El inquilino...


    Fecha: 02/02/2019, Categorías: Gays Masturbación Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... y se dedicaba a trasladar sagradas formas de un lado a otro, no terminaría por toparse con algún “bestia” de esos.Así transcurría la vida de Toño, entre fantasías sexuales con malvados torturadores, masturbaciones diversas, juegos con los amigotes del barrio y las clases de la escuela que ya se le terminaban y sus padres no sabían si pasarlo a un instituto o si ponerle a trabajar de ayudante en alguna tienda, bar o cualquier otro negocio donde aprendiera un oficio.Esa primavera, Toño se cruzó por las escaleras con un hombre: al verlo, el chico pensó que sus fantasías se iban a hacer realidad en ese mismo instante porque el sujeto en cuestión era clavado a los del cuadro de la iglesia: feo, fuerte y con cara de malas pulgas.Sin embargo Toño vio cómo el hombre, tras un lacónico ¡hola!, pasaba de largo sin prestarle másatención.Curioso, aguardó hasta ver que su fantasía encarnada llamaba a la puerta del segundo piso y que le franqueaban el paso.En el segundo vivía doña Engracia, la viuda de militar chusquero a la que le había quedado una pensión de mierda y que de vez en cuando alquilaba una habitación a algún paisano del pueblo de su difunto que se había venido a trabajar a la ciudad.Esa misma noche, Toño se cascó una buena paja fantaseando con su nueva fuente de inspiración: elinquilino de doña Engracia.El susodicho le esperaba a la vuelta de una estrecha calle donde una miserable antorcha al borde de la extinción era toda la luminaria que se ofrecía a los viandantes.El ...
    ... portaba con la mayor de las devociones y el más rotundo de los celos, las sagradas formas; vestía el consabido sayal propio de los monaguillos. Y de repente, aparecía ese hombre malvado salido de un hueco oscuro que de seguro comunicaba directamente con las entrañas del infierno.Sólo llevaba un taparrabos por toda vestimenta; poseía un cuerpo musculoso y de un vigor aterrador. Sonreía con lujuria, los huevos le asomaban por un lado del taparrabos.-¿A dónde vas Toñito?-A entregar el Cuerpo de Cristo.-Dámelo.-Sobre mi cadáver.-Si te opones, te desnudaré, te obligaré a que me hagas una buena paja, haré que me la chupes, me correré en tu boca y después te daré por culo hasta reventarte.-Pues me opongo.Y acto seguido el malvado, sacándose la polla de dimensiones colosales, le sometía a todo el catálogo expuesto.Pero a pesar de lo que disfrutaba con sus fantasías, el chico no estaba muy conforme con que sólo fueran fantasías. Y en su espíritu ya fraguaba la idea de que todo el tumulto de sus deseos se concretara en el mundo real.Cada día esperaba a que el inquilino de doña Engracia volviera del trabajo; se hacía el encontradizo con él y le saludaba tratando de ser simpático. Pero los nervios le podían y todo quedaba en un opaco “buenas tardes” al que el hombre respondía en el mejor de los casos con una somera sonrisa.Pasaban los días y Toño caía en una melancolía causada por la frustración de un deseo que se veía cada vez más inalcanzable.Hasta un atardecer de finales de abril, tras un ...
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