Y de regalo: una esclava
Fecha: 10/02/2019,
Categorías:
Dominación
Hetero
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... Al poco, la agarré del pelo y comencé a follarle la boca, pero el dolor de mi cuerpo, todavía con magulladuras me hizo desistir. -AAAAAGGGG. ¡Qué dolor! Me separé de ella para acostarme nuevamente en la cama. Ella se subió también, poniéndose arrodillada entre mis piernas para seguir con su mamada. -MMMMMM. Sigue puta, sigue. Me tienes al límite. Ella aceleró sus movimientos. -Siiii. Me corrooo. No pares, no pareees. Solté todo lo que llevaba en el interior, y que ella tragó sin rechistar. Las contracciones de mi cuerpo al correrme me volvieron a producir dolor, por lo que entre unos y otros me dejaron hecho polvo. Le di las gracias, le dije que ya podía irse y pregunté cuanto tenía que pagarle, a lo que respondió: -Me han pagado para que pase contigo toda la noche. -Entonces, déjame recuperarme un momento. Mi polla estaba morcillona, todavía con ganas de más. Se acostó a mi lado y se dedicó a jugar con ella entre sus dedos y a pajearla. Quince minutos después volvía a estar preparado. Entonces volvió a meterla en su boca para ensalivarla bien y acto seguido se puso sobre mí, con una pierna a cada lado de mi cuerpo y se ensartó ella misma. Se movía despacio, como galopando a caballo. Se la clavaba entera, desplazaba el cuerpo hacia atrás, sacando media polla, con fuerte roce para luego elevarse, moverse hacia delante y volver a clavársela. Sus tetas botaban ante mis ojos, pero no podía levantar las manos para tocarlas. Ella misma se dobló hacia mí colocando sus pezones por ...
... turnos en mi boca. No se si fingía o realmente le estaba gustando, porque no paraba de emitir gemidos. -MMMMMM. -AAAAAAH Una y otra vez. Poco a poco fue acercándome al final, que yo le pedía insistentemente. -Siiii. Sigue. -¡Qué bien te mueves! -¡Muévete más! ¡Más! ¡Más! -Me voy a correr. Siiii. Empezó a moverse con rapidez, hasta que me hizo alcanzar un tremendo orgasmo. -Siiii. Me corrooo. AAAAAAH Siguió un poco más hasta que lanzó también un fuerte gemido, dejándose caer sobre mí. Volvió a acostarse a mi lado y creo que nos quedamos dormidos los dos, yo al menos, me desperté en plena noche con ella chupando mi polla ya dura de nuevo. Volvió a colocarse a caballo sobre mí y se la metió por el culo. Entró con suavidad y, además del roce, me deleitaba con contracciones de los músculos de su ano. En esta postura podía ponerle el pulgar sobre el clítoris sin que me doliese mucho. Tardé más rato, pero volví a tener una buena corrida. Ella también gimió, bufó y gritó, pero con las putas nunca se sabe. Volvimos a dormir hasta casi medio día, momento en que me despertó con una nueva mamada. Cuando desperté del todo, me dijo: -Venga dormilón, a la ducha, que nos esperan. -¿Dónde? -Ya lo verás. O sea, que ella estaba allí para impedir que me marchara, Nos fuimos a la ducha, donde nos metimos los dos y allí, bajo el agua, acaricié y enjaboné su cuerpo en las zonas que me dejaban mis magulladuras (tetas y coño) mientras ella también repasaba mi cuerpo, hasta que se puso en cuclillas, con ...