El nalgoncito de 11 años que hizo viajar!
Fecha: 13/02/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Fravega, Fuente: SexoSinTabues
... cuerpo de niño. Cuando sentí que me estaba por quedar dormido, de pronto me sentí incómodo. Sentía que estaba recostado en un lugar frío e incómodo, así que abrí los ojos. Me encontraba en una bañera, recostado dentro. No lo podía creer. Era yo, seguía siendo el mismo, vestido como estaba, con un pantalón vaquero, color negro, camisa blanca… Tal Cual me había recostado en el sarcófago. Me senté en la bañera, me sentía un poco mareado. Comencé a ver a mi alrededor, definitivamente estaba en el baño de la casa donde había crecido. Salí de la bañera, me miré en el espejo, sólo hacer eso mi pene se puso duro, pues estaba parado en el mismo lugar donde me tomaron la foto a los 11 años. Con cuidado, salí del baño, miraba para todos lados recordando aquellos espacios olvidados. Me dirigí a la cocina, me aseguré de que no haya nadie. Luego subí, casi como dejando lo mejor para el final, a mi habitación. Mientras me acercaba veía que la puerta estaba abierta, me acerqué despacio, cada paso me generaba una mezcla de sensaciones… Logré pararme delante de la puerta, y pude ver a ese niño de 11 años, recostado en su cama, con las nalguitas apuntando hacia la puerta. Era precioso, todo su cuerpo tenía una piel bronceada, y sus nalgas eran bien pálidas. Escuchaba un sonido que salía de su boca, era una especie de ronquido, eso me sorprendió, no sabía que yo roncaba….. Me acerqué despacio hasta él, me arrodillé al lado de su cama, y despacio comencé a besar sus nalguitas, esos besos se ...
... convirtieron en lamidas conforme veía que no se despertaba. Comencé a acariciarle la espalda con mi mano derecha, y las piernas con la izquierda. La situación no sólo era excitante, también me parecía tierna. Comencé a percibir olores del ambiente, de él, de todo en general. Todo me recordaba a mi infancia, mi pene me palpitaba. Había pasado media hora desde que aparecí ahí, y unos quince minutos desde que estaba saboreando a ese pequeño “pajerito” que dormía profundamente. Y no era para menos! Es que se había hecho tres pajas consecutivas, y todas fueron las primeras de su corta vida. Me desvestí rápidamente, con mi mano derecha me masturbaba, con la izquierda trataba de separar cuidadosamente esas preciosas pompas redondas y blancas que escondían un hermoso asterisco rosado, virgen… Y yo sabía perfectamente que ese sabroso ano recién bañado, era virgen. Pues ese niño era yo mismo a los 11 años. Me arrodillé a la altura de sus nalgas, con mis rodillas en los costados de su cadera, y mis huevos peludos y pene (de 18cm), acariciando sus nalgas y su precioso ano. Él seguía dormido, cada tanto disminuía su respiración pero no despertaba. Yo sentía que me venia, y lo hice sobre su raja. Mi raja, virgen y lampiña. Custodiadas por dos hermosas nalgas redondas y blancas. Era un sueño, todo era una locura!. Pero el hecho de que el nene no se despertara, me excitó mucho, por lo que mi pene seguía duró y en contacto con su raja, y mis huevos en contacto directo con sus suaves y grandes ...