La doctora - Relatos Eróticos

La doctora

En realidad ni siquiera era doctora. Era una joven estudiante que estaba realizando prácticas de ecografia. Le habían asignado un doctor mayor que ya estaba apunto de jubilarse.Ella era tímida, hablaba en voz baja, usaba unas gruesas gafas de culo de botella, e incluso llevaba braquets en los dientes.Pero tenia un pelo bonito y rubio, y con el traje de técnico de aquel hospital, donde la tela blanca era muy suave y fina, el cuerpo le mejoraba mucho y le hacia un culo que traía loco al viejo doctor.Era lo que peor llevaba, el médico siempre aprovechaba alguna oportunidad para intentar seducirla.Pero él último día que estaba, le hizo el mejor regalo que podía hacerle.Habían empezado a organizar una pequeña fiesta de despedida para el viejo, en uno de los despachos colindantes a la sala de ecografias. El último paciente se habia retrasado mucho y habían supuesto que ya no vendría.Pero vino, no iba a marcharse el médico, en medio de su propia despedida. Así que como se trataba de una ecografia sin importancia, mando al la joven estudiante. Allí se quedó el resto, ni la enfermera de apoyo fue.Lo que la joven estudiante no sabia, era que se trataba de una ecografia de escroto. Abrió el informe y vio de que se trataba. Era sencillo, ya lo había echo otras veces. Solo era realizar algunas capturas y si veía algo raro llamaría al doctor.El problema se presentó nada más al abrir la puerta para hacer pasar al paciente. Esperaba un hombre mayor o viejo, como todas las ocasiones ...

... anteriores. Se trataba de un chico de una edad parecida a ella, alto y fuerte. Un deportista que habia recibido un fuerte golpe en los testículos y parecia que no se iba una inflamación.La subida de temperatura fue inmediata y se puso nerviosa. Le habia dado un calenton solo con verlo.- Pasa y túmbate en la camilla. - Dijo con voz trémula.El chico sin dudar se tumbó. Ella empezó a preparar cosas. Él pensó que se trataría de la enfermera y que vendría el doctor, su hoja de citación ponía claramente 'Dr Alfonso'.- Desabrochate los pantalones y bajatelos un poco.Sabia que tenia que hacer, pero no estaba preparada para aquello. Bajo los pantalones salió una polla gorda, inchaba, con el capullo sobresaliente. Una carnosa polla que parecia a medio camino de trenparse.Se puso tan nerviosa, que en lugar de pedirle que se la aguantara él, fue ella misma quien se la cojio.- Aguantatela así mientras te pongo esto. Esta un poco frio.- Como tus manos dijo él divertido. - Él no habia dejado de mirarle el culo.Solo había sido un instante, pero ahora se daba cuenta que se había recreado con la polla en la mano. Inconscientemente la había apretado e incluso había echo un gesto corto, casi imperceptible, con la mano, como si fuera a masturbarle.Tanto el chico como la polla, le estaban afectando. Estaba muy excitada.Se colocó junto a la maquina y cuando quiso ponerse a realizar la ecografia, vio que algo no iba bien.Él chico tenia una cara rara, entre sufrimiento y miedo. La polla estaba visiblemente ...