1. Mi madurita vecina


    Fecha: 23/10/2017, Categorías: Hetero Autor: Fernán, Fuente: CuentoRelatos

    Era una tarde lluviosa de viernes y me encontraba en casa viendo una peli de esas que te ponen caliente y me encontraba muy excitado. Entonces los quejidos de mi vecina me prendieron aún más, seguramente se estaba complaciendo a sí misma, pues era muy sabido que las peleas con su marido eran frecuentes, lleva un tiempo que me excita mucho, pues la veo siempre en el cuarto de baño cuando se ducha a través de los cristales, y aunque son de estos blancos, la silueta se ve; siempre se ducha de noche y con la luz encendida transparenta bastante. Yo con la luz apagada la observo… Es una mujer que debe estar por los 45 y que es realmente atractiva. Morena clara, alta (1.70) y con unos pechos muy bien colocados, además de su redondo trasero, que pide a gritos una buena palpada. Como estoy en el piso sobre el de ella, la veo a menudo, la veo en el balcón tendiendo la ropa y por casa va ligerita de ropa. Oí un ruido de puerta y pude comprobar a través de la ventana de la cocina, que había llegado a casa, peleando como siempre con su marido, este en más de una ocasión la había golpeado, y esta vez no era para menos, si bien a él no le importaba que los demás inquilinos se enteraran, a ella se le caía la cara de vergüenza al encontrase con alguno, salí de mi apartamento y baje hasta su piso justo cuando su marido había levantado la mano para meterle una galleta, exagere mis pisadas y el al percatarse de mi presencia bajo la mano y giro en mi dirección: —¡¡¡Fernán!!! buenas tardes —Que ...
    ... tal, ¿interrumpo? —¡¡¡No, no, que va!!! se te ofrece algo —Sí, venía a pedirle algo a Marta —Ok, yo voy de salida Una vez que se fue su marido me acerque a Marta, llevaba una falda gris con una abertura lateral que dejaba entrever su precioso muslo. También llevaba una blusa blanca que me ponía cardiaco, estaba yo calientísimo de nueva cuenta. Recuperando su postura y acercándose, me dijo: —"Hola Fernán, ¿qué se te ofrece?". Yo con voz entrecortada le dije "Hola Marta, venía a ver si tenías un poco de leche, es que me he quedado sin". Me dijo que pasara y que lo miraríamos; mientras íbamos a la cocina ella me agradecía por haberle ayudado con su marido, yo no podía dejar de mirar su precioso culo y sus piernas delgadas y bien formadas a la vez. Se quitó los zapatos y, al levantar la pierna, le vi los muslos, y si ya estaba caliente ahora estaba a mil. Entramos a la cocina, ella delante moviendo su culo, una pasada, al llegar a la cocina me di cuenta de que la blusa le transparentaba, debido a que se había mojado con la lluvia y dejaba a la vista un sujetador también blanco y ligeramente unos pezones bien formados. Estaba yo excitadísimo, se acercó a la nevera y, cuando se agachaba a coger la leche, perdí los cabales y le acaricié el culo por detrás hasta llegar a tocar la tanga que llevaba. Era minúscula, la agarré un poco tirando de ella y le vi el hoyo del culo!!! Ella pego un brinco y se levantó. En ese momento no sabía qué iba a suceder. Pensaba que se volvería y me pegaría ...
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