1. Solo éramos dos


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Lauer, Fuente: CuentoRelatos

    ... rozando sus cuerpos al ritmo que la música les permitía. De repente me di cuenta que estábamos en una habitación de hotel con dos extraños. En alguna ocasión, en el éxtasis del amor, habíamos imaginado estar con otro hombre. Pero nunca había contemplado la idea más allá de eso, una fantasía. Erika estaba disfrutando con el baile. Estaba alegre y hasta diría cariñosa. Se la veía disfrutar con cada uno de los pasos que Miguel provocaba con su destreza. El móvil de Frank sonó. Eran dos de sus compañeros de convención que querían saber dónde se habían metido. Tapó con su mano el móvil y preguntó si podían venir a tomarse también la “última”. Mire hacia Erika. Seguía disfrutando de su baile. -Ok. –fue toda mi respuesta. Al acabar la canción Miguel se acercó a la barra y tomo un largo trago de su bebida. Otra canción sonó desde los altavoces y Miguel insistió en otro baile. La canción era mucho más animada que la anterior. Los movimientos, más brucos, consiguieron que uno de los tirantes del vestido se deslizara por su brazo. El otro, de seguir con ese ritmo no tardaría en conseguirlo. Me buscó y al verme, recolocó la tira que había caído de nuevo sobre su hombro. Siguió con el baile y me excité con la mirada tan sexual que en esos momentos nos regalaba. Dos golpes en la puerta nos anunciaron la llegada de sus dos compañeros. Frank fue a abrirles y justo al cerrar la puerta la canción finalizó. Ellos, que venían animados, vitorearon a los bailarines. Miguel agarrando de la mano a ...
    ... Erika, avanzó hacia ellos y nos los presentó. Eran Ciro y Alex. Otra canción comenzó a sonar y Frank aprovechó el momento. -Mi turno. –ofreciéndose. Erika estaba disfrutando de la atención que recibía. Empezaron a bailar. Tampoco lo hacía nada mal. En uno de los cada vez más sensuales movimientos, Erika quedó frente a nosotros dando la espalda a Miguel que la aferra de la cintura con ambas manos. Para mi sorpresa y la de ella, Frank fue acariciando suavemente su contorno como parte del baile, hasta colocar sus manos sobre sus hombros, muy suavemente. En todo ese recorrido los dos seguían perfectamente la música. Apartó uno de los tirantes que se desplomó en su brazo. Erika nos miró coqueta justo en el momento que Frank la volteó con energía quedando sus cuerpos enfrentados y pegados. Ahora ella nos daba la espalda contorneando su cintura. Las manos de Frank habían cambiado de posición y la otra tira desapareció de su hombro justo en el momento que la obligó a arquear la espalda. Todos aplaudieron. Al incorporarla de nuevo, Frank hábilmente como sin intención, deslizo unos centímetros la cremallera de su espalda. Por fortuna, viendo la evolución, la canción terminó y Erika, con una sonrisa que me decía de lo consciente que era entre las alabanzas de los presentes, se me acercó. Me dio un beso en los labios y tomo su copa apagando en parte la sed que tenía. -¿Qué es esto? –Dijo Alex- ¿Una competición para ver quién baila y obtiene el aplauso más grande? Me reí por la simplicidad ...
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