Un día inesperado
Fecha: 18/02/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sexo. En todo esto estaban, cuando notaron un ruido, los dos movieron la cabeza sorprendidos y vieron a una mujer rubia, alta, con un moño en la nuca, era la dueña, no sabían cuanto tiempo llevaba allí observándolos. Con la excitación se habían olvidado de todo, no habían cerrado la tienda, y posiblemente habría contemplado la mayoría de la escena. La dueña de repente se acercó hacia ellos, sin decir nada, y fue desnudándose, entre botón y botón acariciaba un pecho de la pelirroja. Él estaba embobado viendo aquella escena, y comenzó a acariciar a la dueña, subió su mano por su trasero mientras ella terminaba de desnudarse. Mientras él la acariciaba, las dos mujeres empezaron a prodigarse caricias, se besaban, la pelirroja introdujo una mano en el pubis de la otra, la rubia gimió. De repente las dos se miraron, y a continuación lo miraron a él. Hicieron ademán de tumbarlo en el mostrador, él se dejo llevar. Una vez allí tumbado, las dos mujeres empezaron a acariciarle, su pene estaba duro, erecto, llevaba mucho tiempo excitado, pero la ocasión merecía la pena, y podía aguantar más, la rubia se acercó a su pene, lo cogió entre sus manos, y empezó a lamerlo, él gimió de placer, la pelirroja se acercó también, y empezó a lamerlo también, las dos querían lamerlo y chuparlo al mismo tiempo, las dos juntaban sus bocas al final del pene, y volvían a chuparlo, se lamían sus lenguas y volvían a chupar el pene de él, mientras la rubia abrió las piernas de él, y se dedicó a chupar sus ...
... testículos, mientras la pelirroja se quedaba lamiendo todo el glande, introducía ahora todo el pene en su boca, hasta q notaba q llegaba al final de su garganta, con sus manos acariciaba mientras todo el cuerpo de él, éste no paraba de gemir, las dos mujeres no paraban de lamerlo, chuparlo, acariciarlo, y él se sentía morir de placer, nunca había soñado algo así, bueno si, lo había soñado muchas veces, pero pensaba q nunca sucedería. La rubia seguía lamiendo sus testículos y se dirigió hacia su culo, empezó a lamerlo también, mientras acariciaba sus testículos ahora con la mano, él gemía, gemía sin cesar, las dos mujeres se miraban complacidas. De repente la rubia se subió encima de él, e introdujo su pene en ella, la pelirroja se subió también y se colocó detrás de la rubia, mientras esta llevaba el ritmo, la pelirroja también lo llevaba, solo q se dedicaba a acariciar a la rubia, los pechos, lamerle el cuello, pasear sus manos por el abdomen, acariciar su culo, y con la otra mano, dirigiéndola hacia atrás, acariciaba los testículos de él. Era asombroso, como llevaban las dos el compás, La rubia cabalgaba con ganas, primero despacio, pero con un ritmo firme, sin perder el paso, él las miraba extasiado, ellas le sonreían, y seguían cabalgando. La rubia se levantó, y dejó a la otra ocupar su lugar, para colocarse ella a la altura de la cara de él, le había visto hacer con la pelirroja, y no pensaba perdérselo. Por otra parte él, tampoco quería dejar de probar el sabor de ella, a ...