Mi encuentro con el profe - Relatos Eróticos

Mi encuentro con el profe

Victor, un profesor maduron del colegio, me sedujo en un salon de clases; fuimos dos desconocidos que terminamos conociéndonos muy bien... Que tal amigos, antes que nada les agradezco por tomarse el tiempo de leer la historia que a continuación les relataré. Me llamo Manuel, soy un chavo de 23 años que estudia en la universidad, delgado, varonil, estatura media. Aunque no he tenido muchas experiencias, les puedo decir que ya no soy tan inocente, pues he tenido ya un par de encuentros con hombres maduros, quienes siempre me han fascinado. Al ser versátil trato de buscar hombres que tambien lo sean, pues a la hora de coger me gusta dar y recibir amor jeje, sin embargo tambien me gusta ser muy discreto y organizado en ese aspecto, por lo que esas experiencias que les acabo de mencionar no han sido al azar o por encuentros casuales, sino mas bien acordadas y llevadas a cabo en algun hotel o casa, es decir, me ponia de acuerdo previamente con el madurin en turno en la hora, fecha y lugar. Pues bien, esta anécdota sucedió de una manera totalmente diferente a lo que les platico, pues no fue algo que esperaba que pasara. Les cuento. En el colegio en el que estudio cuentan con algunos laboratorios para hacer pruebas, experimentos y cosas por estilo. Yo me encontraba en la realización de un proyecto el cual requería el uso del equipo de laboratorio, por lo que me ví en la necesidad de acudir con los encargados de los laboratorios y solicitar que me dejaran hacer uso de las ...

... instalaciones. Ellos aceptaron pero me dijeron que un profesor debia estar presente para ayudarme y manejar el equipo, así que fuimos hasta donde se encontraba y el muy amable accedió a asesorarme, y miren que lo hizo muy bien. ¿Cómo te llamas muchacho?, preguntó,- "Soy Manuel profesor, mucho gusto". Me dijo que me esperaba al día siguiente y en eso quedamos, la verdad no pasó por mi cabeza ningún pensamiento morboso ni nada de eso, nos depedimos y me fui. Al día siguiente llegué puntual y lo esperé afuera del salón, él llegó como diez minutos tarde, me saludó, abrió la puerta del lab y me invitó a entrar. Mientras él preparaba el dispositivo que usaríamos comencé a observarlo detenidamente, primero de su cara, luego su cuerpo, sus manos piernas y hasta del bulto. Es un hombre robusto, no gordo, velludo por lo que ví en sus manos, con barba y más alto que yo, como de 1.85 m contra mis 1.70, voz grave, vestido con ropa formal y encima una bata de laboratorio. Al principio se veía muy serio, pero conforme pasó el tiempo comenzamos a platicar, para mi sorpresa era muy alegre y atento. Se acercaba la hora de la comida, me dijo que si íbamos a ir a comer algo para recuperar fuerzas, pues las pruebas que estábamos haciendo eran muy tediosas, mencionó que yo estaba bien joven y justo le atinó a mi edad, yo le pregunte que cuantos años tenía y me dijo: "Yo te doblo la edad y mas todavía jaja. Tengo 50 años". En ese momento algo pasó en mi cabeza, al oír su edad se me alborotaron las ideas y me ...