Pepe...
Fecha: 23/02/2019,
Categorías:
Gays
Primera Vez
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... ellas es la traición, continuó, como tampoco se puede permitir que se le quieran subir a uno a las barbas y que les quede claro a toda esa bola de culeros, que vayan sabiendo a qué le tiran. ¡Mira que atreverse a robarnos!Yo no tenía la menor intención de increparle nada.Nos tomamos otro par de tragos mientras yo seguía en lo mío.Pasado un rato y al verlo más cansado me ofrecí:-¿Don Pepe, lo llevo a la cama?-Vamos, pues.Lo ayudé en lo que pude a que llegara a su cama así como estaba, desnudo después de secarlo. En verdad, no fui de mucha ayuda debido a su gran tamaño para mí. Entre el cansancio y la embriaguez se presentaba más dócil.Lo acosté boca arriba y acabé de secarle con una toalla limpia. Le revisé donde estuvo la herida para constatar que siguiera sano, buscando signos de alguna infección o algún otro inconveniente, pero no, afortunadamente estaba mejor cada día. Le acabé de secar la humedad en sus pies, me gustaba quedarme con sus dedos en la toalla y se los masajeaba por un rato, se los acariciaba y eso a él le provocaba erecciones. Después me pasé hasta su verga que ya estaba medio levantada, sequé sus huevos acariciándolos tiernamente, él sólo separaba las piernas para permitirme libre acceso con aquélla sonrisa de complicidad dibujada en su rostro.Se notaba que el alcóhol había hecho sus efectos y ahora hasta feliz se le veía.Me extendió los brazos para que me acercara como para decirme algo.-¿Te confieso algo extraño? me dijo al oído dulcemente, hoy resulta ...
... que eres lo más parecido que tengo a un amigo, fíjate cómo son las cosas, después de cómo llegaste a mi vida.Me preguntó dudativo, como no estando seguro de mi respuesta: ¿Y yo para ti, qué represento?-Don Pepe, la verdad es que estoy muy confundido, me siento feliz a su lado y no quisiera apartarme, pero por otro lado siento mucho miedo, no estoy acostumbrado, aunque tampoco me imagino dejándolo.Fue entonces cuando unió sus labios a los míos como para callarme. Para mí eso era la muerte, ese hombre tan varonil, tan poderoso, tan guapo, pero también tan malo, estaba uniendo sus labios a los míos con ternura y deseo. Para mí era un sueño hecho realidad, por un momento no pude reaccionar.-¿Qué pasó, no te gusto? Indagó al notar mi impavidez.-Me encanta señor, sólo que no me lo esperaba.-¿No lo deseas?-Más que nada…Continuó besándome como nunca nadie lo había hecho, era una mezcla entre deseo carnal, ternura, amor y una madurez que me arrebataba.Se notaba que necesita él de un acercamiento humano distinto porque en el tiempo que había estado yo ahí no había venido a verlo nadie, pensé que no tendría familia aunque después supe de su esposa en su pueblo natal y de un hijo de mi edad que estudiaba en Estados Unidos a los que no veía ni frecuentaba por lo peligroso de su forma de vida.Me perdí un tiempo navegando entre sus labios, me sabían dulces, me sabían cálidos, me sabían a deseo. Recorrí lentamente su ancho cuello, bajé hasta sus tetillas cubiertas de pelos, las besé tanto ...