Era hora
Fecha: 23/02/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: marcelalita, Fuente: xHamster
Era hora.El mes de febrero en el caluroso verano de Buenos Aires me devolvía a la rutina del Movimiento Vital Expresivo en mi gimnasio de toda la vida. Próximos a la hora de inicio de las clases un heterogéneo grupo de hombres y mujeres, de todas las edades esperábamos sentados la iniciación de la clase de las 1800 horas. Vestidos con ropa cómoda y descalzos tal como se da la clase.La pausa de las vacaciones daba lugar a reencuentros de personas que en común tenían hacer ese tipo de ejercicio, que pretende mover todo el cuerpo al compás de diferentes músicas, trabajo en la barra, algo de yoga,liberación de la voz, automasaje y masaje a compañeros, en fin una manera de relajar la mente moviendo el cuerpo.Sobre la hora llega una mujer de unos sesenta años preguntando por la clase, le indicamos que era ahí y estaba por empezar y ante la indicación de decirle donde estaba el vestuario se sacó su solera que junto a sus ojotas guardó en un bolso amorfo.De calzas que le cubrían media pierna y malla de gimnasia o baile, ambas prendas negras se disponía a su primera clase.Ya en el amplio salón de clase nos dispusimos sobre la barra y empezamos ejercicios suaves que culminaron con un baile donde de lo individual pasamos a lo colectivo. Hubo momentos en que se dio el contacto físico entre los Alumnos, quienes sabíamos de ello, la mayoría, nos entregábamos a ese relajo de la vida que tanto nos gustaba.Ella estaba tensionada, no muy suelta, era su primera vez, en un momento formamos un ...
... círculo, dándonos la espalda y la Instructora nos indicó una serie de masajes para el compañero y la compañera que teníamos delante. Luego nos invertíamos y hacíamos los propio con el otro y en ambas oportunidades recibíamos la delicia del masaje.De espalda a ella recibí yo primero el masaje, sus manos se movían con lentitud y torpeza, pese a que podía ver que no había parte del cuerpo que los otros Alumnos y Alumnas no masajeran de sus compañeros.Cuando ella se dio vuelta percibí su tensión, comencé con su cuero cabelludo que masajeé con cuidado, luego su cuello, bajé a su espalda el escote de su malla me permitía llegar casi hasta su coxis. La puse de costado y con una mano masajeé su vientre, la otra seguía en su espalda y llegué a sus glúteos. Ella algo sorprendida respondió mi sonrisa y guiño de ojos bajando su cabeza. De rodillas recorrí sus piernas y pies, la Instructora nos dijo que cada pareja se abrazara y quedara así.La tomé, puse su cabeza sobre mi pecho, sentía su tensión y su corazón galopante, le susurré algo y sus manos me tomaron con fuerza. Gemidos de placer o tensión surgieron de otras parejas y ella ya totalmente relajada los siguió, luego de lo cual me regaló una sonrisa, que agradecí con un fuerte abrazo y un beso tímido en la mejilla.Luego de la clase conversamos un rato frente al bebedero, me dijo que la clase al principio la tensionó y luego la disfrutó y que el contacto conmigo le había hecho correr una sensación diferente de su nuca a sus pies, que ...