1. Buscando setas


    Fecha: 25/02/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... venía sería difícil que nos viese y si por otra parte nos veían que le vamos a hacer el campo es de todos y ocasiones así no se deben desaprovechar. Camine hacia él y me arrodille quedando su hermosa polla al lado de mi cara, colgando majestuosamente con su capullo a medio aflorar, de inmediato me amorre al pilón como suele decirse, baje el prepucio y engullí aquella colosal polla tanto como fui capaz, sintiendo su sabor, la suavidad de su capullo y como se hinchaba y erguía dentro de mi garganta, teniendo que abrir las mandíbulas al 100\% una vez que la tuvo empinada totalmente, la recorría con mi lengua de arriba abajo, chupeteaba sus hermosos cojones y la engullía de nuevo. Esta rica, me preguntaba, a lo que yo con la boca llena movía la cabeza ligeramente arriba y abajo en sentido afirmativo ya que no podía hablar, además es de mala educación hablar con la boca llena, y desde luego la tenía bien llena. Pronto la tuvo tiesa totalmente, yo seguía chupando y el acompañaba el movimiento con sus caderas introduciéndose aquel rabo tan profundamente en mi garganta que me provocaba arcadas pero no por asco, por supuesto, sino porque era tan grande que me atragantaba y me dejaba casi sin respiración. Continué chupando con deleite hasta que me cogió las manos y suavemente tiro de mí hacía arriba, cuando creo que estaba a punto de correrse. Me puse de pie y ahora fue el quien hinco la rodilla en tierra, desbrocho mi pantalón y estrajo mi pene que estaba totalmente erecto, también ...
    ... debió gustarle porque inmediatamente comenzó a mamármela con gran ansía al tiempo que bajando mis slip me magreaba el culo e introducía un dedo dentro de mi ano. Estaba tan excitado y el parecía tan experto que no tarde apenas dos minutos en correrme dentro de su boca, el recibió la abundante leche y prosiguió hasta mis últimos espasmos de orgasmo. Después del orgasmo, que fue de gran intensidad, las piernas me temblaron ligeramente y mi culo quedo apoyado contra el pino que estaba detrás, él entonces llevo una mano hacia su boca y usándola como si fuese un cazillo escupió todo mi semen en ella sin derramar una sola gota, la corrida era tan abundante que su mano quedo prácticamente llena de leche, estando aún de rodillas miró hacia arriba y me dijo que usaría mi propio semen para lubricar mi culito y que su polla me penetrase con más suavidad para así follarme mejor, pidiéndome que me diera la vuelta, yo accedí aunque dudaba, por un lado deseaba que ese pollón enorme me enculase hasta los huevos, pero por otro era muy grande y me daba un poco miedo que me hiciese daño, así es que le dije que fuese con cuidado que tenía una herramienta de gran calibre y no estaba acostumbrado a que me dieran por el culo con demasiada frecuencia (esto en realidad no era cierto, si estaba acostumbrado a poner el bul todo lo que hiciese falta ya que no había nada que me satisfaciese tanto como sentir un buen rabo dentro de mi ojete). El por su parte me tranquilizó - no te preocupes que tratare tu ...
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