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La primera vez que me vine sin tocarme
Fecha: 27/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... como si fuera a caerme. La sensación de orgasmo no se detuvo por mucho tiempo pero como no me estaba tocando el pito, pensé que eso sería suficiente para no venirme. Entonces pasó algo que nunca me había imaginado que fuera posible, el placer se apoderó por completo de mí y perdí control de mi cuerpo. Mis piernas en el aire empezaron a temblar, mis ojos estaba en blanco y desde el interior de mi culo empecé a tener un orgasmo y salieron chorros de leche de mi verga sin poder contenerlos. Pude sentir como la verga de mi hermano me sacaba el semen, literalmente, cada vez que me la metía hasta el fondo yo sacaba otro chorro de semen tibio. Las primeras gotas salieron tan fuerte que me cayeron en la cara, otras tantas en el pecho y las últimas se embarraron en mi abdomen. Yo aún estaba un poco confundido sobre cómo había eyaculado sin tocarme la verga pero más que eso estaba totalmente extasiado en un nivel de placer que nunca había sentido antes. Le pedí a mi hermano que se detuviera porque mi culo quedó muy sensible después de semejante orgasmo y su vergota me estaba lastimando. Entonces sacó su miembro y sentí que mi ano había quedado abierto como un hoyo, luego ...
... soltó mis piernas y yo no tenía fuerza para sostenerlas así que cayeron hasta el piso. Mi hermano siguió masturbándose y empezó a echarme chorros de semen en la cara, el cuello y el pecho que se mezclaron con mi propia leche que seguía regada toda sobre mí. Me levanté y me acosté en mi cama. Mi hermano también estaba exhausto pero me preguntó si yo estaba bien y le dije que sí. La verdad yo estaba confundido por la intensidad del orgasmo y aún no sabía si mi culo iba a regresar a su tamaño original, yo sentía que se había quedado abierto porque la verga de mi hermano es más gruesa que un control remoto de televisión. Como aún estábamos solos en casa, mi hermano bajó así todo empapado en sudor y gotas de semen a bañarse. Al quedarme solo pude examinar con más cuidado mi culito y vi que solamente me había quedado con la sensación de estar abierto porque ya estaba como nuevo. Y no pude evitar mezclar con morbo mi leche con la de mi hermano y chuparla. Entonces agarré mis cosas para bañarme y me metí con mi hermano a la regadera. Como siempre después de coger hacíamos como si no hubiera pasado nada. Pero para mí esa tarde hubo un nuevo episodio en mi libro del placer.