1. LA REINA DE MI POLLA


    Fecha: 27/02/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... puerta entreabierta, la siguiente vez que me masturbé la volví a dejar igual y Rosa se aproximó de nuevo como a por un cubo de la limpieza que había dejado al lado de la puerta, esta vez yo me la estaba meneando debajo del periódico que había cogido para disimular para ir al baño, y sorpresón… abrió la puerta un poquito, como unos cinco centímetros, pero se largo al instante. Como había creído que estaba leyendo el periódico, la muy puta se marchó pensando que esta vez no me estaba haciendo una paja. Yo quité el periódico y me la casqué ahora con la puerta ya más abierta, deseando como loco que volviera y me hiciese lo que se le antojara (yo me iba a dejar hacer…). Que hubiera sido si me la llego a estar cascando como la otra vez, siempre me dije a mi mismo que habría entrado como por casualidad y …… vete a saber (ojala me hubiera follado). Ya no volví a dejar la puerta entreabierta; pero otra vez que yo estaba con mi faena se oyó el crujir de la madera por sus pasos justo hasta el otro lado de la puerta, allí se detuvo y yo comencé a proferir pequeños quejidos lastimeros fruto del placer que me estaba dando (el mayor era que ella estuviera escuchando al otro lado de la puerta) y allí permaneció hasta que al cabo de unos diez minutos sonó en la cocina su móvil y los pasos sonaron repentinamente alejándose de la puerta para cogerlo. Me imagino los dos tontos uno a cada lado de la puerta masturbándose el uno por el otro. Ha sucedido alguna que otra vez que jugamos este juego y ...
    ... luego como si nada… _ Hasta luego Rosa,…………….... “hasta luego” dice ella Rosa me vuelve loco sexualmente hablando, siempre he deseado ser pajeado y follado por ella, y el otro día……….. Mientras yo bebía un vaso de agua en la cocina fui a mirar por la ventana y al girarme y avanzar ….. “zaca”, me golpeé fuertemente en el muslo con la esquina de la mesa, un golpe de esos que duelen un montonazo y luego te dejan un moratón. _ ¡Ay!, ¡Que golpazo me he dado! -dije quejándome amargamente- _ ¿Donde te has dado? _ En la esquina de la mesa (dije retorciéndome de dolor) _ No bobo…. ¿qué donde te has dado tú? _ ¡Aaaah!, en el muslo de la pierna, ¡joder como duele! -tocándome el lugar del golpe- _ Mejor será que te pongas un poco de hielo (dijo ella) Y abriendo el congelador saco unos cubitos los metió en una bolsa de plástico, se me acercó y me dice: _ Pero con los pantalones puestos no te va a hacer efecto (exclamando una leve sonrisa picarona) _ Trae que voy al baño –respondí- _ Bueno tío…, que no será la primera vez que vea a un hombre las piernas, anda y bájate el pantalón que vea que te has hecho Yo nervioso del todo me desabroche el pantalón y bajé un poco la parte derecha del mismo por debajo del boxer donde me había golpeado. Ella se aproximó con la bolsa de hielo y me dijo: _ A ver tío… bájate un poco mas el pantalón y no te de vergüenza, que ya somos mayorcitos…. Ante lo cual le hice caso, quedando al descubierto toda mi cintura e intentando no descubrir el bulto de mi polla ...
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