1. Me ganaron las ganas


    Fecha: 01/03/2019, Categorías: Voyerismo Primera Vez Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... me pareció al verla jugar con su hermano y, sin embargo, su cuerpo ya le pedía hombre.Aunque, por otro lado, tal ánimo de escribir eso bien podría nacer por otra causa:«Una chica de tan austera condición económica ha de creer que la única manera de salir de la inmundicia en la que vive es consiguiéndose un “príncipe azul”», pensé.Después de todo por años y años así lo han planteado las telenovelas.Fuere como fuere, aquella chamaca no desapareció de mi pensamiento por un tiempo; así que hice lo que es más que obvio: pasé varias veces cerca del local de las despensas en su busca. Aunque no se me hacía verla.Cuando por fin la vi entré al local y fui directo a ella. La Vero estaba sentada sobre una de las tantas cajas y sobre otras, que usaba como mesa, hacía la tarea. El hermanito hacía lo mismo, por lo que andaban más calmados que la vez pasada.—¿Son matemáticas? —le pregunté, con plena intención de hacerme notar.—Sí —me dijo como si la respuesta fuera harto obvia.Supuse que me creería un imbécil que no podía distinguir un cuaderno de cuadro de uno de raya.A decir verdad, su apatía me pareció extraña. Después del mensaje garabateado en la caja pensé que...—¿Le puedo ayudar? —oí detrás de mí.Era la empleada, a quien luego me dirigí para que no se diera cuenta de mi interés en la chiquilla.—Sí, este... sí, quisiera hacer una corrección en los datos de mi familiar. Las calles aledañas, hay un error ahí —con tal pretexto disimulé mis verdaderas intenciones.“Gracias”, dije, una vez ...
    ... la chica hizo la corrección. Ella me sonrió en respuesta y me guiñó un ojo. Aquello me pareció un detalle extrañamente coqueto, pero no quise reparar más en ello pues atrás de mí ya había llegado más gente y hacían fila.Como la empleada se ocupó, volví a acercarme a Verónica.—Está difícil, ¿verdad? —le comenté a la chamaca.—Sí —me respondió Verónica.—Lo que pasa es que eres una burra —irrumpió el hermano.—Ay cállate —le respondió la otra y le aventó una de sus libretas.Temiendo que aquello iniciara otra más de sus disputas, continué hablando para interrumpirles.—Bueno, los problemas de mate generalmente son difíciles para todos, hasta que le encuentras el secreto. Pero eso los maestros no te lo dicen.—¿Qué? ¿Cuál secreto? —increpó ella.—Un truco para que les des respuesta a los problemas que te dejan de tarea, ¿aún no lo conoces?Ella me miró con expresión suspicaz.—Sí, mira, los profes dejan pistas secretas para descubrir qué alumnos son tan inteligentes como para darse cuenta, mira, aquí —y le señalé algo al azar en el planteamiento del problema que estaba resolviendo; ella miró hacia donde señalaba con interés; incluso el hermano también lo hizo—. Cuando notan que alguno ha descubierto su secreto pues... —allí dejé interrumpida la frase.Miré a mi reloj como si me hubiera percatado de que ya era muy tarde.—Bueno, otro día te explico —y sin verla de nuevo me dirigí con paso certero hacia afuera.Si bien traté de aparentar indiferencia, por dentro me comían las ganas de haber ...
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