1. Matrimonio y nuestro primer trio de forma inesperada


    Fecha: 02/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Primera Vez Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos

    ... presión sobre mis hombros hasta que me encontré de rodillas con dos buenos rabos junto a mi cara. Indescriptible lo de tener dod rabos para disfrutar, Por si no me hubiera dado cuenta antes y aunque las comparaciones son odiosas, el rabo de mi marido que estaba bien y nunca había tenido queja, lo abarcaba bien con una mano y con mi boca. La de Carlos costaba abarcarla con una sola mano y que decir de la boca. Pero estaba encantada de la vida. En un principio se la chupaba más a Juan y a Carlos se lo pajeaba y cuando ya no me aguante más, me la metí en la boca dejando la de mi marido y empecé a mamársela de forma desesperada. Pero mi marido no estaba dispuesto a quedarse sin su ración y me pegaba su rabo a mi cara. Ante esa señal, estuve alternando un rabo y el otro durante un buen rato. Me veía como en una de esas películas XXX que alguna vez habíamos visto, con la diferencia que la protagonista esta vez era yo. No quiero decir cómo me sentía, pero ya lo imaginareis. Qué manera tenia de mamar y pajear esos dos rabos. Hasta que mi marido me aviso de que si seguía así él se iba a correr y Carlos dijo, córrete en la cara de ella mientras me la mama, que seguro que a esta putita le gustara. Oír eso me excito de una manera increíble, al contrario de lo que en otras ocasiones con mi marido me había enfadado, esta vez me puse muy cachonda, porque además me sentía así. Juan se puso a pajearse a toda velocidad y Carlos saco su rabo de mi boca e hizo lo mismo. Mi marido soltó un par de ...
    ... chorretones que dieron en mi cara, se corrió más abundantemente que en otras ocasiones y Carlos empezó a correrse y que barbaridad, cara, boca, pelo, pecho. Por todos los sitios me embadurno, no fue normal todo lo que echo, pero lo mejor fue la rabia como se corrió, no fue nada silencioso, le chupe la cabeza y fue una delicia hacerlo. Vi cómo me miraba mi marido, no era para menos, ahí estaba yo, llena de semen de mi marido y de un hombre que como quien dice acababa de conocer por toda mi cara y parte de mi cuerpo. Todo eso me hizo sentir como nunca me había sentido, muy puta, excitada y totalmente desinhibida, pero lo mejor era que quería más, mucho más. Vi el deseo de mi marido en sus ojos, que quería también seguir. Mientras Juan y Carlos se recuperaban, yo me fui al baño a limpiarme y cuando me vi ante el espejo la facha que llevaba, se me escapo una sonrisa, de lo guarra y puta que me sentía, sin ningún remordimiento y dispuesta a darlo todo. Salí y ahí estaban los dos, tumbados en la cama y hablando como si todo fuera de lo más normal. Me hicieron que me pusiera entre los dos, en esa cama en la que cabía una banda de música. No tardaron en tocarme. Mi marido se fue hacia mi chocho y cuando paso su lengua, soltó un gemido de placer. Su lengua jugaba por los sitios que él sabía que me gustaban, sin llegar a tocar mi clítoris, era bueno con la lengua. Carlos y yo nos besábamos ardientemente y mi mano no paro hasta encontrar ese rabo que se empezaba a poner otra vez tieso, ...
«12...111213...»