Todo Por Una Apuesta
Fecha: 03/03/2019,
Categorías:
BDSM
Autor: PincesaDiana, Fuente: SexoSinTabues
... ganar. Marta me dijo, el precio es el siguiente: Cien latigazos antes de terminar la partida, vemos las cartas y si ganas soy tu esclava, si pierdes serás mi esclava y la de Mercedes de por vida, seguirás trabajando en la oficina, pero vestirás como te digamos, harás lo que te ordenemos y cuando salgamos, te vendrás a vivir con nosotras, sin condiciones. Estaba segura que iba a ganar y después de la paliza que me acababa de dar les tenía unas ganas enormes. Acepté. Mercedes trajo dos sobres les puso el nombre de cada una e introdujo las cartas de cada una en su sobre respectivo, los cerró y los guardo. Ahora Marta te va a dar los cien latigazos y después abriremos los sobres. Me ataron las manos al cuello, fueron a por el palo de la fregona y con cinta de embalar me ataron los pies a cada extremo, con las piernas abiertas Mercedes, emperrada que la camiseta que tenía metida en mi concha tenía que caber toda, intentó, consiguiéndolo meterla. Me ataron con una cuerda mi melena a un gancho de colgar lámparas que había en el techo y me tuvieron un rato de esta forma, mientras tanto analizaban el látigo que había en la pared, lo acariciaban, de pronto se Marta se sacó las bragas, cogió las de Mercedes, fueron al baño y volvieron, estaban mojadas, se habían meado en ellas, me las restregaron por la cara y me las introdujeron en la boca, me golpearon la cara de derecha a izquierda y al revés cada una, se alejaron, cogieron el látigo y escuché un latigazo en el suelo, Era Mercedes, ...
... se lo dio a Marta, la cual hizo lo mismo varias veces con el fin de ponerme nerviosa y aterrorizarme, el primer latigazo me dio en toda la espalda cruzándola de una parte a otra, me recorrió un temblor por todo el cuerpo que me estremeció pero no cayo ni una gota por todo lo que llevaba dentro. El siguiente me dio en ambas tetas que se resintieron lo suyo. Se paró y Mercedes me tiró de la cuerda atada a mi pelo consiguiendo que sólo tocara el suelo con los dedos de los pies, el terror recorría todo mi cuerpo, al cabo de unos minutos empezó a darme los latigazos en las piernas y en el vientre, Mercedes iba contando los golpes, cuando llegó a los cincuenta me soltaron el pelo y caí al suelo, me dejaron descansar cerca de media hora para que saboreara el dolor mientras ellas se tomaban otro martini, me ataron los pies a la cuerda con el palo que me habría las piernas y me levantaron quedando todo mi sexo al aire expuesto a los latigazos que a continuación seguirían, empezaron con el interior de los muslos y cuando iban por los setenta y cinco cayó el primero en pleno sexo, los demás cayeron el mismo sitio hasta que pararon, escuché a Mercedes decir 90 y se pararon, me soltaron los pies, me colocaron la cuerda al cuello y me volvieron a colgar del gancho con los pies de puntillas, los diez restantes cayeron sobre mis tetas, pensaba que me las iban a arrancar. Me colocaron en la silla, ya no podía sostenerme y me magrearon por todas partes, me sacaron todos los trozos de tela de mi ...