LA HISTÓRIA DE MONTSE FERNANDEZ
Fecha: 07/03/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Sexo Duro
Voyerismo
Autor: reininblack, Fuente: xHamster
... de excitación erótica que exigía perentoria satisfacción.—De acuerdo —grité—. Me introduciré por el templo de Sodoma, mientras túllenarás con tu robusto centinela el de Venus.—Di mejor que con placer legítimo —repuso el Superior con una mueca sarcástica—. Sea como dices. Me placerá disfrutar nuevamente esta estrecha hendiduraMontse Fernández yacía todavía sobre su vientre, encima del lecho improvisado, con susredondeces posteriores totalmente expuestas, más muerta que viva como consecuencia delbrutal ataque que acababa de sufrir. Ni una sola gota del semen que con tanta abundanciahabía sido derramado en su oscuro nicho había salido del mismo, pero por debajo su rajadestilaba todavía la mezcla de las emisiones de ambos sacerdotes.Ambrosio la sujeté. Colocada a través de los muslos del Superior, Montse Fernández se encontrécon el llamado del todavía vigoroso miembro contra su colorada vulva. Lentamente lo guiéhacia su interior, hundiéndose sobre él. Al fin entré totalmente, basta la raíz.Pero en ese momento el vigoroso Superior pasó sus brazos en torno a su cintura, paraatraerla sobre sí y dejar sus amplias y deliciosas nalgas frente al ansioso miembro deAmbrosio, que se encamínó directamente hacía la ya bien humedecida abertura entre lasdos lomas.Hubo que vencer las mil dificultades que se presentaron, pero al cabo el lascivoAmbrosio se sintió enterrado dentro de las entrañas de su víctima.Lentamente comenzó a moverse hacia atrás y hacia adelante del bien lubricado ...
... canal.Retardé lo más posible su desahogo. y pudo así gozar de las vigorosas arremetidas con queel Superior embestía a Montse Fernández por delante. 32 de 107De pronto, exhalando un profundo suspiro, el Superior llegó al final, y Montse Fernández sintió susexo rápidamente invadido por la leche.No pudo resistir más y se vino abundantemente, mezclándose su derrame con los desus asaltantes.Ambrosio, empero, no había malgastado todos sus recursos, y seguía manteniendo ala linda muchacha fuertemente empalada.David Brown no pudo resistir la oportunidad que le ofrecía el hecho de que el Superior sehubiera retirado para asearse, y se lanzó sobre el regazo de Montse Fernández para conseguir casienseguida penetrar en su interior, ahora liberalmente bañado de viscosos residuos.Con todo y lo enorme que era el monstruo del pelirrojo, Montse Fernández encontré la manera derecibirlo y durante unos cuantos de los minutos que siguieron no se oyó otra cosa que lossuspiros y los voluptuosos quejidos de los combatientes.En un momento dado sus movimientos se hicieron más agitados. Montse Fernández sentía comoque cada momento era su último instante. El enorme miembro de Ambrosio estabainsertado en su conducto posterior hasta los testículos, mientras que el gigantesco tronco deDavid Brown echaba espuma de nuevo en el interior de su vagina.La joven era sostenida por los dos hombres, con los pies bien levantados del suelo, ysustentada por la presión, ora del frente, ora de atrás, como resultado de las embestidas ...