1. LA HISTÓRIA DE MONTSE FERNANDEZ


    Fecha: 07/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Sexo Duro Voyerismo Autor: reininblack, Fuente: xHamster

    ... hacer? —inquirió Montse Fernández—. ¡Madre santa, cuán tiesa está de nuevovuestra yerga, querido padre Ambrosio!—Se me ocurre una idea que sólo de pensar en ella me provoca una violentaerección. Puesta en práctica sería el colmo de la lujuria, y por lo tanto del placer.—Veamos de qué se trata —exclamaron los otros dos al Unísono.—Aguardad un poco —dijo el santo varón, mientras Montse Fernández desnudaba la roja cabezade su instrumento para cosquillear cn el húmedo orificio con la punta de su lengua.—Escuchadme bien —dijo Ambrosio—. El señor Delmont está enamorado de Montse Fernández.Nosotros lo estamos de su hija, y a esta criatura que ahora me está chupando el cara jo legustaría ver a la tierna Julia ensartada en él hasta lo más hondo de sus órganos vitales, conel único y lujurioso afán de proporcionarse una dosis extra de placer. Hasta aquí todosestamos de acuerdo. Ahora prestadme atención, y tú, Montse Fernández, deja en paz mí instrumento. Heaquí mi plan: me consta que la pequeña Julia no es insensible a sus instintos a****les. Enefecto, ese diablito siente ya la comezón de la carne.Un poco de persuasión y Otro poco de astucia pueden hacer el resto. Julia accederá aque se le alivien esas angustias del apetito carnal. Montse Fernández debe alentaría al efecto. Entretantola misma Montse Fernández inducirá al señor Delmont a ser más atrevido. Le permitirá que se ledeclare, si así lo desea él. En realidad, ello es indispensable para que el plan resulte. Eseserá el momento en ...
    ... que debo intervenir yo. Le sugeriré a Delmont que el señor Verbouc esun hombre por encima de los prejuicios vulgares, y que por cierta suma de dinero estaráconforme en entregarle a su hermosa y virginal sobrina para que sacie sus apetitos.—No alcanzo a entenderlo bien —comentó Montse Fernández.—No veo el objeto —intervino Verbouc—. Ello no nos aproximará más a laconsumación de nuestro plan.—Aguardad un momento —continuó el buen padre—. Hasta este momento todoshemos estado de acuerdo. Ahora Montse Fernández será vendida a Delmont. Se le permitirá quesatisfaga secretamente sus deseos en los hermosos encantos de ella. Pero la víctima nodeberá verlo a él, ni él a ella, a.—fin de guardar las apariencias. Se le introducirá en unaalcoba agradable, podrá ver el cuerpo totalmente desnudo de una encantadora mujer, se lehará saber que se trata de su víctima, y que puede gozarla.—¿Yo? —interrumpió Montse Fernández—. ¿Para qué todo este misterio?El padre Ambrosio sonrió malévolamente.—Ya lo sabrás, Montse Fernández, ten paciencia. Lo que deseamos es disfrutar de Julia Delmont,y lo que el señor Delmont quiere es disfrutar de tu persona. Únicamente podemos alcanzarnuestro objetivo evitando al propio tiempo toda posibilidad de escándalo. Es preciso que el 56 de 107señor Delmont sea silenciado, pues de lo contrario podríamos resultar perjudicados por laviolación de su hija. Mi propósito es que el lascivo señor Delmont viole a su propia hija, enlugar de a Montse Fernández, y que una vez que de ...
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