LA HISTÓRIA DE MONTSE FERNANDEZ
Fecha: 07/03/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Sexo Duro
Voyerismo
Autor: reininblack, Fuente: xHamster
... húmedos labios, la piel calientey enardecida a causa de los desconocidos impulsos que se habían apoderado de su persona,era víctima propicia para quienquiera que tuviese aquel momento la oportunidad. yquisiera lograr sus favores y arrancarle su delicada rosa juvenil.No obstante su juventud. Carlos no era tan ciego como para dejar escapar tanbrillante oportunidad. Además su pasión, ahora a su máximo, lo incitaba a seguir adelante,desoyendo los consejos de prudencia que de otra manera hubiera escuchado.Encontró palpitante y bien húmedo el centro que se agitaba bajo sus dedos;contempló a la hermosa muchacha tendida en una invitación al deporte del amor, observósus hondos suspiros, que hacían subir y bajar sus senos, y las fuertes emociones sensualesque daban vida a las radiantes formas de su joven compañera.Las suaves y turgentes piernas de la muchacha estaban expuestas a las apasionadasmiradas del joven.A medida que iba alzando cuidadosamente sus ropas íntimas, Carlos descubría lossecretos encantos de su adorable compañera, hasta que sus ojos en llamas se posaron en losrollizos miembros rematados en las blancas caderas y el vientre palpitante.Su ardiente mirada se posó entonces en el centro mismo de atracción, en la rosadahendidura escondida al pie de un turgente monte de Venus, apenas sombreado por el mássuave de los vellos.El cosquilleo que le había administrado, y las caricias dispensadas al objetocodiciado, habían provocado el flujo de humedad que suele suceder a la ...
... excitación, y Montse Fernándezofrecía una rendija que antojábase un durazno, bien rociado por el mejor y más dulcelubricante que pueda ofrecer la naturaleza.Carlos captó su oportunidad, y apartando suavemente la mano con que ella le asía elmiembro, se lanzó furiosamente, sobre la reclinada figura de ella.Apresó con su brazo izquierdo su breve cintura; abrazó las mejillas de la muchachacon su cálido aliento, y sus labios apretaron los de ella en un largo, apasionado yapremiante beso. Tras de liberar a su mano izquierda, trató de juntar los cuerpos lo másposible en aquellas partes que desempeñan el papel activo en el placer sensual,esforzándose ansiosamente por completar la unión.Montse Fernández sintió por primera vez en su vida el contacto mágico del órgano masculino conlos labios de su rosado orificio.Tan pronto como percibió el ardiente contacto con la dura cabeza del miembro deCarlos se estremeció perceptiblemente, y anticipándose a los placeres de los actosvenéreos, dejó escapar una abundante muestra de su susceptible naturaleza. 8 de 107Carlos estaba embelesado, y se esforzaba en buscar la máxima perfección en laconsumación del acto.Pero la naturaleza, que tanto había influido en el desarrollo de las pasiones sexualesde Montse Fernández, había dispuesto, que algo tenía que realizarse antes de que fuera cortado tanfácilmente un capullo tan tempranero.Ella era muy joven, inmadura —incluso en el sentido de estas visitas mensuales queseñalan el comienzo de la pubertad— y sus ...