1. LA HISTÓRIA DE MONTSE FERNANDEZ


    Fecha: 07/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Sexo Duro Voyerismo Autor: reininblack, Fuente: xHamster

    ... directamente a losórganos vitales de la criatura que se encontraba debajo de él.—¡Empujad, empujad ahora! —gritó Montse Fernández, olvidando todo sentido de recato, yarrojando su propia descarga entre espasmos de placer—. ¡Empujad... empujad... metedlobien adentro...! ¡Oh, sí de esa manera! ¡Dios mío, qué tamaño, qué longitud! Me estáispartiendo en dos, bruto mío. ¡Oh, oh! ¡Os estáis viniendo. . . lo siento...! ¡Dios ..... . quéleche! iOh, qué chorros!Ambrosio descargaba furiosamente, como el semental que era, embistiendo con todassus fuerzas el cálido vientre que estaba debajo de él.Al fin se levantó de mala gana de encima de Montse Fernández, la cual, libre de sus tenazas, sevolteó para ver a la otra pareja. Su tío estaba administrando una rápida serie de cortasembestidas a su amiguita, y era evidente que estaba próximo al éxtasis.Julia, por su parte, cuya reciente violación y el tremendo trato que recibió después amanos del bruto de Ambrosio la habían lastimado y enervado, no experimentaba el menorgusto, pero dejaba hacer, como una masa inerte en brazos de su asaltante.Cuando al fin, tras algunos empujones más, Verbouc cayó hacia adelante al momentode hacer su voluptuosa descarga, de lo único que ella se dio cuenta fue de que algo calienteera inyectado con fuerza en su interior, sin que experimentara más sensaciones que las delanguidez y fatiga.Siguió otra pausa tras de este tercer ultraje, durante la cual el señor Delmont sedesplomó en un rincón, y aparentemente se ...
    ... quedó dormido. Comenzó entonces una seriede actividades eróticas. Ambrosio se recostó sobre el canapé, e hizo que Montse Fernández searrodillara sobre él con el fin de aplicar sus labios sobre su húmeda vulva, para llenarla debesos y toques de lo más lascivo y depravado que imaginarse pueda.El señor Verbouc, no queriendo ser menos que su compañero, jugueteó de maneraigualmente libidinosa con la inocente Julia. Después la tendieron sobre el sofá, yprodigaron toda clase de caricias a sus encantos, no ocultando su admiración por sulampiño monte de Venus, y los rojos labios de su coño juvenil. 91 de 107No tardaron en verse evidenciados sus deseos por el enderezamiento de dos rígidosmiembros, otra vez ansiosos de gustar placeres tan selectos y extáticos como los gozadosanteriormente.Sin embargo, en aquel momento se puso en ejecución un nuevo programa. Ambrosiofue el primero en proponerlo.—Ya nos hemos hartado de sus coños —dijo crudamente, volviéndose haciaVerbouc, que estaba jugueteando con los pezones de Montse Fernández—. Ahora veamos de qué estánhechos sus traseros. Esta adorable criatura sería un bocado digno del propio Papa, y Montse Fernándeztiene nalgas de terciopelo, y un culo digno de que un emperador se venga dentro de él.La idea fue aceptada enseguida, y se procedió a asegurar a las víctimas para poderllevarla a cabo. Resultaba monstruoso. y parecía imposible el poderlo consumar, a la vistade la desproporción existente. El enorme miembro del cura quedó apuntando al ...
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