1. LA HISTÓRIA DE MONTSE FERNANDEZ


    Fecha: 07/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Sexo Duro Voyerismo Autor: reininblack, Fuente: xHamster

    ... en la boca de lamuchacha.Después las hizo rodar una y otra vez, desnudas tal como vinieron al mundo, pegandosus gruesos labios en sus chorreantes coños, una y otra vez. Besó ruidosamente y manoteólas redondeces de sus nalgas, introduciendo de vez en cuando uno de sus dedos en losorificios de los culos.Luego David Brown y Montse Fernández, ambos a una, convencieron a Julia para que le permitiera alpadre meter en su boca la punta de su pene, y tras un buen rato de cosquillear y excitar almonstruoso carajo, vomitó tal torrente en la garganta de la muchacha, que casi la ahogó.Siguió un corto intervalo, y de nuevo el inusitado hecho de poder gozar de dosmuchachas tan tentadoras y espirituales despertó todo el vigor de David Brown.Colocándolas una junto a otra comenzó a introducir su miembro alternativamente encada una, y tras de algunas brutales embestidas lo retiraba de un coño para meterlo en elotro. Después se tumbó sobre su espalda, y atrayendo a las muchachas sobre él le chupó elcoño a una mientras la otra se enterraba en su yerga hasta juntarse los pelos de amboscuerpos. Una y otra vez arrojó en el interior de ellas su prolífica esencia.Sólo el alba puso término a aquellas escenas de orgía. 106 de 107Mientras tales escenas se desarrollaban en aquella casa, otra muy diferente tenía lugaren la alcoba del señor Verbouc, y cuando tres días más tarde el padre Ambrosio regresabade otra de sus ausencias, encontró a su amigo y protector al borde de la muerte.Unas pocas horas ...
    ... bastaron para poner término a la vida y aventuras de tan excéntricocaballero.Después de su deceso su viuda, que nunca se distinguió por sus luces intelectuales,comenzó a presentar síntomas de locura, y en el paroxismo de su desvarío nunca dejaba dellamar al sacerdote. Pero cuando en cierta ocasión un anciano y respetable padre fuellamado de urgencia, la buena señora negó indignada que aquel hombre pudiera ser unsacerdote, y pidió a gritos que se le enviara “el del gran instrumento”. Su lenguaje y sucomportamiento fueron motivo de escándalo general, por lo que se la tuvo que encerrar enun asilo, en el que sigue delirando en demanda del gran pene.Montse Fernández, que de esta suerte se quedó sin protectores, bien pronto prestó oídos a losconsejos de su confesor, y aceptó tomar los velos.Julia, huérfana también, resolvió compartir la suerte de su amiga, y como quiera quesu madre otorgó enseguida su consentimiento, ambas jóvenes fueron recibidas en losbrazos de la Santa Madre Iglesia el mismo día, y una vez pasado el noviciado hicieron a untiempo los votos definitivos.Cómo fueron observados estos votos de castidad no es cosa que yo, una humildepulga, deba juzgar. Únicamente puedo decir que al terminar la ceremonia ambasmuchachas fueron trasladadas privadamente al seminario, en el que las aguardaban catorcecuras.Sin darles apenas tiempo a las nuevas devotas a desvestirse, los canallas,enfervorecidos por la perspectiva de tan preciada recompensa, se lanzaron sobre ellas, yuno tras otro ...
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