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Confesiones del Padre Arturo: Katy parte 2
Fecha: 09/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Padrearturo3, Fuente: SexoSinTabues
... -¿Tristes? – pregunta Katy alarmada. -Si. Es por eso que no debes decirles. ¿Lo has entendido?-pregunto. -Sí, Padre. No lo diré. – contesta inocentemente. -Muy bien.- acaricio su espaldita.-Eres una buena niña y muy obediente. Te voy a decir un secreto solo porque eres una niña buena. ¿Quieres oírlo?-hago el gesto de que se acerque a mi rostro. -Sí, Padre.- Katy se acerca curiosa. -La bendición no solo sirve para los lugares o casas. También se puede bendecir niñas.- le digo. -¿En serio?- pregunta Katy. -En serio. Es una bendición mucho más especial y solo las niñas buenas y obedientes pueden recibirlo, por ello es un secreto.-le digo con voz convincente.- Y sabes, he pensado que tú eres una de ellas, ¿Qué te parece? -Siiii, Padre. ¿Puedo?- pregunta con deseo en sus ojos Katy. En ese momento casi sentía volver a tener fuerzas para continuar. -Claro, pero voy a necesitar que me obedezcas en todo lo que te pida.- le advierto. Comienzo a bajar mis caricias de su espaldita hasta sus nalguitas las cuales acaricio con ganas de por fin disfrutarlas, pero aun debía esperar un poco más.- Mira la hora que es.- digo mirando el reloj de mano.- Ya deben estar por llegar tus papis. Continuaremos en otra ocasión. ...
... -Nooo. Padre.- protesta Katy. Al parecer la idea de la bendición ha hecho efecto en ella. -No te preocupes. Mañana aún me quedaré. Te prometo que mañana seguiremos jugando. ¿Está bien?- pregunto. Katy asiente obediente esta vez. Juntos salimos del pequeño cuarto luego de que Katy se vistiera y yo ordenara un poco el desorden que habíamos generado. Sus padres llegaron dentro de unos minutos más y me encontraron leyéndole una parte de un libro religioso para niños mientras Katy escuchaba atentamente y observaba mis mímicas y representaciones de las imágenes. Me agradecieron haberla entretenido a lo cual yo respondí que era lo mínimo que podía hacer al aceptar su hospitalidad. En la pequeña habitación improvisada y sobre el colchón, esperando que me llegara el sueño, observaba por entre las aberturas del techo un cielo estrellado y contaba algunas estrellas que se veían. Aguardaba que llegara el día siguiente. Había grandes planes para mañana… sobre todo con Katy, pero eso… eso será motivo de otro relato. Hasta entonces. PD: El siguiente relato será: Confesiones del Padre Arturo: Katy parte 3, el último capítulo previo a: Confesiones del Padre Arturo: El campamento. Espérenlo. Ahora sí, hasta entonces.