1. En el teatro


    Fecha: 09/03/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... –preguntó sentándose y mirando su manubrio. Lo sus manos. Era moreno y era lo Mi polla, excitado… ¿Se daría cuenta? Venga, hagámonos una paja. Qué te parece â €“me miraba con tienes tiesa. Yo me reí, y me los bajé cuado vi que el pene de Rober medía más o menos lo que el mío, unos 15 cm de largo. Y me creció más cuando Rober se acercó y terminó de bajarme los pantalones y los calzoncillos. Entonces se repantigó y empezó a subir y bajar la piel del glande, muy despacio, y mirándome para que yo lo viera con total claridad… Yo hice lo mismo, y al cabo de poco empecé a gemir. Solo se me ocurrió cerrar una vez los ojos y aprovechó Roberto para coger mi chorizo, resbaladizo por el líquido que yo había extendido, y sin importale si pringó la mano pero empezó a hacerme una paja. A la vez podrías hacérmela a mí, no la dejes solita… Sonreía pícaramente y cogí la primera poya ajena en mi vida para dar una paja tan buena: ambos con las piernas abiertas, muy cerca y enfrente el uno del otro, yo recibía su respiración y veía cómo intentaba carme placer… La verdad es que la paja es un arte, y Rober lo hacía muy bien, pues era como si supiese cuando parar, cuando seguir, cuando apretar. Y así, sin más ni más, de repente se abalanzó y empezó a chupármela. De la sorpresa se la solté, y cuando sentí lo caliente que estaba su boca, su lengua tan dinámica, me dejé hacer. Me eché sobre su espalda, dejándole hueco en la entrepierna para su trabajo, y le masajeaba su culo, que lo tenía también ...
    ... caliente y empezaba a sudar. -Mmmm, vuelve a mover la cadera, métemela en la boca, muy profunda… ¡Eso es ¡ Otra vez, sí, sin miedo que yo trago… -Tío, me voy a correr… Entonces paró y me dijo: -No, antes mama tú –y echándose para atrás me enseñó aquel mástil con dos bolas negras bajo él… Era unexperto, se lo dije, pero la verdad es que en aquel instante me apeteció meterme en la boca aquel par de cojones pelados. -Eso, llámalos como quieras, cocos, pelotas, juevos –me decía medio tumbado y disfrutando- Ohhh, lo haces de puta madre, con perdón, je je je… Aquella primera vez me estaba encantando. Pero cuando me propuse hacer el 69, tampoco dudé. No sé si él era virgen, pero hacía lo posible por perfeccionar las posturas… Me sentía un poco guarro por babear y chupar aquella parte tan íntima de mi amigo, pero me gustaba, ma gustaba con locura. Y… ahora, si not e importa… a cuatro patas, Un vuelco me dio en el corazón, y me replanteé si debía seguir homosexualidad! Y ahora prentedía, quería… por mi culo… No sabía cuánto dolía, pero mucho, seguro… Tranquilo, no te haré daño –me sonrió; se le veía €“y se la tocó, aún bañada en te lo Y sin asco ninguno me metió su dedo impregnado en saliva en mi agujerito, tan peludo, cerrado y caliente. Me dijo que le comiese un poco la punta del cipote, y así lo hice, para darle la espalda de nuevo y dejarme penetrar… Todo fue bien, pues ese día solo me penetró con su gordo glande. Me separó los glúteos y fue rápido. Conmigo fue igual, solo que ...