1. Follada por un colombiano en el baño de la disco


    Fecha: 13/03/2019, Categorías: Hetero Anal Autor: chicapervertida, Fuente: CuentoRelatos

    ... Claro, no voy a negar que nosotras también sentimos una fascinación irreductible por algunas partes específicas del cuerpo masculino. La mía son básicamente dos, los traseros grandes y los glandes rojos y lubricados cubiertos de un lindo prepucio. Y lo que no puede faltar, un buen chorro de leche caliente disparada directamente a mi rostro; esa es la guinda del pastel. Hay muchas mujeres que lo encuentran desagradable y hasta humillante, pero como todo, depende del ángulo en que se le observe y para mí, más que una explicación racional, es sencillamente una cuestión de que en cuanto pienso en un pene bien erecto eyaculando sobre mí, de inmediato se me moja la vulva y me comienza a palpitar. Y para rematar, algo que a pocas les parece excitante pero que a mí me alucina: el sexo con un desconocido. Así que os voy a relatar algo que me sucedió hace un par de noches. Mis amigas me invitaron a una de las discotecas de moda de la ciudad. Obviamente todas nos arreglamos guapísimas. Os daré los detalles mientras relato la escena. Al comienzo todo estaba normal, pedimos tragos, bailamos, nos pusimos al día con nuestras cosas y nos reímos un montón observando a los chicos que poco a poco se nos iban acercando. Cada hombre cree tener un técnica o un estilo de seducción que le permite triunfar con las mujeres, y muchos se afanan por aprender nuevos trucos, argumentos, situaciones; pero la realidad es que nada de lo que puedan hacer tiene peso sobre nuestra decisión. Cuando se trata de ...
    ... conquistar mujeres atractivas, con un autoestima fuerte y con cerebro, lo mejor que un hombre puede hacer es nada; ¡si, nada! Porque lo mejor es ser el mismo, actuar con naturalidad y seguridad y al final todo dependerá de lo que cada una de nosotras esté buscando en ese momento. Esa noche se me acercaron muchos hombres. Unos con la actitud arrogante del chulo del barrio, otros con esa actitud graciosa de “hola soy buen tipo, quiero ser tu amigo, te haré reír” ¡Por Favor!, otros con la típica frase “¿te puedo invitar un trago?”, como queriendo hacer alarde de riqueza. En fin, y con el respeto que merecen los caballeros, solo se me acercaron capullos con ganas de follar. Ya bastante aburrida de la situación salí a fumarme un cigarrillo a una terraza que da hacia una hermosa plaza. Había algunos grupos bebiendo y riéndose estrepitosamente; ya saben, haciendo el tonto y pasándola bien. Yo me acerqué a una barandilla que daba sobre una avenida y más allá, sobre el rio Guadalquivir. La vista era preciosa así que me quedé absorta contemplando las luces de la ciudad que se reflejaban sobre las aguas en movimiento. No sé cuánto tiempo pasaría hasta que un chico me interrumpió. -Perdona, ¿tienes mechero? -¡Si! –Respondí- dame un minuto. Había dejado caer el mechero al interior de mi bolso así que me tocó echar mano y comenzar a pescarlo entre la multitud de tonterías que las mujeres llevamos en las carteras. «Sé que está en alguna parte», comenté mientras sonreí avergonzada por mi ...
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