Termas Placenteras.
Fecha: 16/03/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... Novedad + Prohibición = Cóctel insuperable, Julián. Por añadidura al reducir las frustraciones sexuales y / o sentimentales, dejamos de hacer caer sobre la pareja todo lo áspero de la vida. – Lo miré en los ojos y vi su perplejidad. -Lo que decis tenes que admitirlo también para tu mujer, supongo. - -¿Yo dije lo contrario? ¡Claro que vale para las dos mitades! - -No había pensado de ese modo. Tal vez lo ponga en práctica – murmuró. Le faltó decir: “ya mismo y con tu mujer que me tiene a mal traer. ” A la hora de la cena y de la sobremesa, con el acumularse de copas y la pérdida de inhibiciones que conlleva el alcohol, hubo algarabía, chistes y alusiones atrevidas al placer sexual. Por ejemplo: -¿Por qué te casaste con este y no conmigo. Se me antoja un beso tuyo. – Julián -¿Te gustaría no? Te vas a quedar con las ganas. – Mariel No era habitual ese ambiente, en el cual señoreaba una fuerte atracción erótica entrecruzada, en nuestras reuniones. . A la misma hora y circunstancias del segundo día, entre Julián y Mariel hubo largos momentos de dedicación exclusiva de pupilas en las pupilas, palmaditas y roces intencionados. Obvio que él, durante la tarde en las piletas de las termas, había dados varios pasos en la maniobra de aproximación y había, a todas luces, hecho progresos evidentes. Alicia y yo, en cambio, sin dejar de participar de la animación, de las alusiones procaces y chistes eróticos, estábamos entre intrigados, dudosos, irresolutos, confusos. Aunque no al límite ...
... de sofocar la creciente apetencia sexual mía por ella y de ella por mí, según creía percibir y más tarde comprobaría. Para el café nos trasladamos de la mesa al sofá, de varios cuerpos, del living, Mariel y Julián nos precedieron y ocuparon un extremo, muy juntos los dos, Alicia y yo en el otro. . Ambos pares quedamos separados por, aproximadamente, un metro e iluminados tenuemente por una lámpara de luz cálida de baja potencia. Transcurrido un lapso de tiempo, al dirigir mi mirada a la otra punta de sofá, percibo que Julián – que me daba la espalda – tenía su mano entre las piernas de Mariel, de frente a mí, la cual, al verse observada – y en falta - me hizo un mohín frunciendo los labios y un ademán de la mano, a modo de enviarme un beso, un beso volado y el mensaje: “Te quiero pero ahora, me voy a transar a éste” En lugar de sentir enojo contra el comportamiento de los dos, experimenté excitación y una erección evidente – se me abultó el short – Alicia, de espaldas a la pareja tramposa, ignoraba lo que estaban haciendo, notó el bulto y se ruborizó intensamente, tal vez pensando que ella lo había disparado. -Voy al baño – dijo Mariel, mientras se paraba y desaparecía por el pasillo que lleva a los dormitorios y a la toilette. Julián se sirvió una enésima copa, intercambió unas palabras con nosotros mientras bebía calmadamente, luego alegó que iría a cambiarse la remera transpirada. Con Alicia continuamos con la conversación, embarazosa por lo sucedido hasta ahí – yo por los ...