1. (2) Recuerdos


    Fecha: 17/03/2019, Categorías: Grandes Relatos, Fantasías Eróticas Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    ... que sabrás que existen formas de acercar imágenes y con un simple 55/250 mm, puedes conseguir buenas fotografías. - ¿Qué sabes de fotografías?, quizá me interese. - ¿Qué es lo que quieres? - Algo que rompa, tengo una web en la que desnudo mi alma, escribo lo que pienso y lo que siento, de esa forma me quito la basura residual que dejan los traumas psíquicos, incluso mis carencias. Tengo muchos seguidores y gano unas monedas. Me dejó perplejo, me parecía una niña. Y leyó mi mente. - Tengo 17 años, y dentro de tres meses y doce días seré una vieja. - ¿Y esto a que viene? – Pregunté en mi defensa. - Ventura habla y yo escucho aunque no lo parezca, y mis padres dijeron de conocerte cuando os dieron el trofeo. Sorpresa, Ventura es el apellido. - ¿Por qué? - Pensaban en mí, a mis padres no les gustan mis amigos, todos beben y se emborrachan los fines de semana, puentes incluidos, yo me emborraché una sola vez ¿Y tú? - No, nunca me emborraché, y apenas bebo alcohol, tengo que conducir y además es que no tengo esa afición, el alcohol es una especie de empuje que precisan algunos, lo que llaman soltarse el pelo. ¿Te buscan pareja? - Algo así, ellos no se dan cuenta que la hija han concebido, es bajita, no tiene tetas y es peluda. Su gesto cambió, y una arruga ocupó su frente, vi cierto complejo pero supe cual. - Yo no te veo así. Me miró largamente, pensaba. - ¿Me harías una foto, con mi móvil? - Sí, pero si nos pillan ¿Qué te pasaría? - No creo que vengan, mi madre me ha aleccionado, ...
    ... por tanto ella verá bien que tarde en volver a la cocina. - Pues no perdamos más tiempo – Sentencié. Sacó de su bolsillo un Smartphone, conectó la cámara y me le entregó. Se quitó la ropa deprisa, mirándome con gesto decidido, tampoco asomó rubor alguno en sus mejillas y una vez que su ropa estuvo encima del balaustre de la ventana, separó las piernas ligeramente mirándome desafiante. - ¿Qué ves? – Su tono era dominante, exigente. - ¿Me puedo acercar, más? – Respondí despacio. - Puedes. Me acerqué despacio, y muy cerca de ella la imité, me quité la ropa. Su mirada no cambió ni su gesto. Desvió la mirada hacia la puerta. - ¿No cierras la puerta? - No, corramos ese riesgo. Sus poros me dijeron algo. - Hueles raro – Dijo empleando un tono conciliador. - Y tú hueles a imán metálico – Respondí en su oído. - No entiendo lo de metálico – Respondió tragando saliva. - Para hacer esa fotografía, preciso de que nuestros cuerpos se acepten, piensa un poco, ¿tu desnuda el fotógrafo vestido? - No comprendo. - Tú sin escudos y yo con ellos alzados – ¿Lo entiendes ahora? - Un poco. - Armonía. Y la armonía precisa de entrega, y es cuando se forma equilibrio. Mi cadera rozó la suya y le hablé al oído. - Debes aceptarme, piensa que me gusta tu cuerpo, y mucho más ese campo de trigo que cubre el monte de venus. Su respiración se aceleró. - Cierra la puerta – Rogó. - No, estamos construyendo tu fotografía. - No comprendo – Casi gimió, soltando aire despacio. - Cuando haga esa fotografía, después ...