1. La madre, la hija y yo


    Fecha: 24/03/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy un chico de 24 años, siempre he cuidado mi cuerpo y mi aspecto. Voy al gimnasio a diario y hago más deportes. Desde que yo recuerdo, siempre me han dicho que soy muy atractivo. Nunca me han faltado las mujeres. Siempre me ha resultado fácil encontrar una amante, por lo cual, tampoco me planteaba tener una pareja estable. Hacia lo que muchos jóvenes de hoy en día; vivía con mis padres, trabajaba y los fines de semana salía con mis amigos a divertirme y a ver si encontraba alguna chica atractiva con la que pasar la noche. Generalmente acababa en mi coche, alcanzando lo que más me gustaba por aquel entonces ,un orgasmo. También me gustaba que ellas disfrutaran así es que les daba placer pero no quería relaciones serias, por eso, todo acababa esa misma noche. En ocasiones, las volvía a ver pero cuando veía que se empezaban a enamorar, cortaba radicalmente. Yo solo quería divertirme y tener sexo, disfrutar de la vida y del cuerpo de las mujeres bonitas pero nada mas. Mi vida transcurría así ,hasta que una noche, en una discoteca ,una mujer madura pero sumamente atractiva llamó poderosamente mi atención. Tenía un cuerpo bien formado y fibroso. Unos pechos bellísimos que asomaban por su exuberante escote, una melena rubia ,larga que le llegaba por los hombros y una cara sumamente bella con unos rasgos perfectos. Me acerqué a ella, estaba sentada en un sillón, mirando la gente pasar. Al principio se mostró ,un tanto recelosa, pero yo con toda sutileza y encanto logre llevarla a ...
    ... mi terreno y despertarle más de una sonrisa. La invité a una copa, luego a bailar. Fue entonces, cuando cogiendola por la espalda y por la cintura, apreté sus duras nalgas contra mi polla y esta se puso dura como una roca. Marta notó enseguida mis 20 cm de excitación y se dio la vuelta ,me miró a los ojos y sonriendo ,me beso. Me puse mucho más cachondo, era increíble besando .Necesitaba tener sexo ya y se lo hice saber. Ella que estaba muy caliente, accedió, nos fuimos rápidos a un hotel y allí, en la habitación, cuando quise desvestirla, me frenó y lo fue haciendo ella lentamente, dejando ver su hermoso cuerpo de tigresa lasciva y su pubis rasurado y mojado. Me desnude y contube mis deseos de penetrarla, antes quise darle mucho placer. Chupe sus pechos con muchísima pasión y lentamente fui jugando con mi lengua hasta llegar a su hermosa y jugosa rajita .Cuando estaba a punto de acariciarle el hinchado y duro clítoris y ella no podía contener su entrecortada respiración ,le dije que se sentara en mi cara. Accedió encantada y desde allí, note el olor a hembra caliente, el jugo rico, sus muslos prietos y temblorosos y ante todo su placer que expresaba en sus jadeos, en sus expresiones de estar llegando al clímax , diciéndome "¡¡¡ay que rico!!!""¡¡¡asi,asi!!"¡¡¡siii siii!!!"¡¡ummm!!"¡¡ufff!!." Notaba como movía sus caderas para que el placer fuera máximo. Cuando llegó, estaba desenfrenada moviéndose de forma desesperada y gritaba diciendo "¡¡SIIIIIIIIIII!!""¡¡ASI!!!!"". Pero ...
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