Hijas del Sol Naciente p1
Fecha: 25/03/2019,
Categorías:
BDSM
Fetichismo
Autor: pepejuxn, Fuente: xHamster
... cristales de colores, y un finísimo collar de oro.A pesar del numeroso séquito que la seguía, fue ella misma quien se dirigió a mi ama, hablando con un acento tan perfecto que hubiera sido imposible adivinar que era extranjera:- Este esclavo es joven, y hermoso. ¿Por qué te deshaces de él? ¿Acaso es desobediente?- Al contrario, es muy sumiso, y jamás he tenido que castigarle. Pero estoy a punto de casarme, y mi prometida no quiere que tenga un esclavo. Tiene celos.- ¿Cuánto tiempo lleva contigo?- Dos años; fue mi regalo de cumpleaños cuando cumplí 16.- ¿Sólo dos años? ¿Y antes de ti?- Tiene experiencia. Es esclavo desde los 16.- Déjame ver su cuerpo.- Ya la has oído. Desnúdate.Obedecí al instante, volviendo a despojarme de mi túnica. La princesa japonesa me observó detenidamente, dando varias vueltas a mi alrededor.- Está completamente depilado...- Sí. El mismo se depila todas las semanas. Todo el cuerpo. El pecho, las piernas, las axilas, todo...- Conmigo lo harás dos veces por semana. Bien. Veremos si eres tan obediente como dice tu ama. Me lo quedo. ¡Makoto!, encárgate de todo el papeleo.Enseguida una de aquellas mujeres vestidas con traje y corbata se acercó; también era japonesa. Mientras ellas y mi antigua dueña se fueron a parte para arreglar los detalles de la compra, la princesa siguió hablándome.- Soy hija de una importante mujer de negocios japonesa. Miembro de la nobleza. Yo misma tengo el título de princesa desde que el año pasado cumplí catorce años. Los ...
... negocios de mi madre nos van a obligar a pasar cuatro años en este país. Desde ahora eres mi esclavo. Debes obedecer mis órdenes, y contestar siempre "ama". ¿Lo has entendido?- Si, ama.- Bien, en mi país la disciplina es fundamental. Tu anterior dueña me ha dicho que jamás te ha castigado; pero yo soy más dura. Mis normas son más estrictas y mis castigos más severos. Pero también puedo ser muy generosa con mis recompensas.Una vez finalizados los trámites, mi antigua ama le entregó mi correa a la princesa, lo cuál simbolizaba que era ya de su propiedad. Salí del mercado junto a aquella comitiva, custodiado por dos de aquellas mujeres. Montamos en una enorme limusina negra, y me condujeron hasta una apartada mansión en la misma M***. Era un edificio imponente, en cuya fachada principal llegué a contar hasta 100 ventanas, muchas de las cuales daban a elegantes balcones enrejados. Bajamos del coche, y fui conducido a través de un enorme jardín lleno de flores exóticas hasta la entrada a las casa, una gigantesca puerta de madera a la que se accedía subiendo tres escalones de mármol blanco con forma de media luna. Allí los árboles no estorbaban la vista, y de noche como era pude ver el precioso jardín, con sus numerosas fuentes en cuyos centros se observaban esculturas de mármol de todo tipo. Además de las numerosas flores de todos los lugares del mundo, el verde césped quedaba salpicado aquí y allá por arbustos, árboles, y exquisitas esculturas.Entramos, y la puerta se cerró tras de mí. ...