Frío
Fecha: 27/03/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... a la camiseta completamente mojada, dejando ver dos pedazos de pezones completamente erectos. Al darse cuenta de mi mirada, me respondió un poco avergonzada: -Uy Don Paco, espero que no le moleste que utilice su refrescante método. -No Silvi, puedes echarte todo el agua que quieras. Dicho esto, y un poco seria, me dijo que enseguida se pondría a estudiar, y que no me preocupase que no me molestaría más. Se sentó en una de las altas sillas de la mesa grande, en el extremo más alejado de la misma, frente a mí. Al poco rato volvió a levantarse y situándose en un extremo de la sala, volvió a rociarse con agua, por lo que su delgada camiseta estaba otra vez empapada. En esta ocasión pude ver a Silvi, que de una forma natural se levantaba un poco la goma de su pantaloncito y se rociaba sobre su estomago desnudo, colocando después su mano libre y bajándola hasta su pubis. -Silvi, que haces?.- Dije levantándome de la silla, completamente empalmado. -Uy Don Paco, es que tengo tanto calor, que necesito mojarme todo el cuerpo.- Al mismo tiempo, su mano salió de debajo de su pantaloncito, el cual completamente mojado y pegado sobre su monte de venus, marcaba una protuberancia muy pronunciada, completamente lisa y sin ningún pelito. -Mire, se me pega todo el pantaloncito. Diciendo esto se subió con las dos manos el pantaloncito, ciñéndoselo aún más, el cual marcaba totalmente su coño virgen y depilado, que apuntaba hacia delante desafiante. Mi erección era totalmente visible, y con mi ...
... miembro erecto me acerqué hasta donde estaba ella. -Mójate más Silvi, estarás más fresca. Diciendo esto se roció con agua por todo el cuerpo, sobándose al mismo tiempo su vientre y sus pechos. -Don Paco, porqué cuanto más me mojo más calor tengo. Me miraba con cara inocente, mientras toda su calentura se le salía de la camiseta, con aquel par de tremendas tetas, completamente empapadas, mirándome a la cara. -Siento calor aquí, Don Paco. Decía mientras con una mano se levantaba el pantaloncito y se acariciaba la zona del pubis. -Quitateló, Silvi .-Dije sin darme cuenta. -Estarás más fresca. De esta forma y después de inclinarse se bajo los pantaloncitos, quedando ante mí con la camiseta empapada y el pubis desnudo y sin ningún pelo. -Mi papá me deja andar así por casa, cuando hace calor por las noches, no pasa nada, verdad? -No Silvi, no es malo. ¿qué te dice tu papá? -Que soy muy guapa, y que no debo taparme delante suya. Y me hace caricias así mire. Al mismo tiempo, con toda su mano se manoseaba el coño, el cual completamente húmedo, acogía las resbaladizas caricias abriéndose completamente y mostrando la suave entrada en todo su esplendor. Silvi se acariciaba de pié ante mí con toda naturalidad, dejándose ir por un placer que la dominaba. Su mano se apretaba contra su sexo, mientras que sus tetas se movían bajo la camiseta, con los pezones completamente erectos. La visión superaba todas mis fantasías, y no pudiendo aguantar más, me deje atrapar por la inocencia de la niña, y ...