Mi hija y el MSN - Parte 6 - ¿Final?
Fecha: 01/04/2019,
Categorías:
Incesto
Dominación
Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos
... joven que se seguía haciendo justicia por mano propia. Ella entendió el mensaje, y a regañadientes, se levantó y con paciencia, se arrodilló batallando con el pequeño espacio en las butacas. Volteó a verme con una sonrisa pícara y se metió aquella verga larga y flaca como su dueño dentro de su boca. En el suave vaivén de la mamada que le hacía al joven, voltee a ver hacia la familia de enfrente y, a pesar de la oscuridad, no parecía que hubiera habido movimiento alguno con ellos. Mientras Cristina devoraba a Verga larga con sus jugosos labios, yo le empecé a acariciar su trasero que se movía voluptuoso frente a mí cada vez que daba una nueva acometida sobre el pubis del chaval. Moviendo diestramente mi mano, fui buscando en la semipenumbra hasta que mi dedo corazón encontró su cuevita húmeda y de nueva cuenta lo deslicé dentro de ella fácilmente. Finalmente se incorporó de nueva cuenta bajando los pantalones de Verga larga y dejando su largo tronco expuesto y listo para lo que siguiera. Cristina se sentó lentamente encima de él y con un rictus de gozo en su rostro, fue dejando que el pene del joven entrara finalmente en ella. El, tímidamente, quiso cogerle los senos por detrás y acariciárselos mientras ella continuaba con su sube y baja. Me senté a un lado de ellos y le sugerí quedamente "Dile que es una puta, seguramente eso le va a gustar" - El me miró sorprendido, y yo, volteando a verla a ella, le dije "verdad que te gusta que te hagan sentir como una putita?" Ella ...
... sólo gimió envuelta en su placer al recibir esa verga joven dentro de ella pero ambos lo tomamos como un sí. El joven finalmente habló a su oído "Te gusta mi verga, zorrita. La sientes muy dentro y eso te calienta." "Dilo con más convicción, Como si lo sintieras" Le arengué. Cristina seguía con los ojos cerrados disfrutando de la cogida que le estaban dando. "Contéstame, pinche pendeja, o te la saco y te quedas sin verga... quieres eso?" "No", contestó Cristina dócilmente. "Entonces, te gusta mi verga?" "Si, me encanta, me gusta que me cojas..." "Agárrale la verga al señor también" Le ordenó súbitamente envalentonado. Yo, por alguna extraña razón, morbo quizá, me sentía sumamente excitado por la situación. Me dolían los huevos y di un respingo cuando sentí la mano menuda de mi hija acariciando mi instrumento. De pronto sentí un movimiento a mis espaldas y sentí un escalofrío recorrer toda mi espalda. Cuando voltee, vi al viejito que se hallaba con la familia cuando entramos. Estaba asomado mirando toda la acción mientras con la otra mano se masturbaba para unirse al festejo. Ante la posibilidad inminente de venirme, detuve la mano de Cristina y me levanté del asiento haciendo señas al anciano para que se acercara a nosotros. Al principio temeroso, finalmente se acercó y le dejé mi lugar, todo en completo silencio. Cristina, volteando a verme, me sonrió y con renovada energía tomó la verga del anciano en su mano, continuando con su vaivén y con la paja. Yo me moví a la posición ...