El club (Universitarias buscando el despertar del sexo)
Fecha: 02/04/2019,
Categorías:
No Consentido
Dominación
Autor: JAMES ALTON, Fuente: CuentoRelatos
En el verano de hace dos años, cuando volvía de uno de mis habituales viajes de trabajo, tuve la ocasión de conocer a un grupo de chicas todas ellas estudiantes de una universidad norteamericana que viajaban en el vuelo transatlántico Nueva York-Madrid. Durante el trayecto entablé conversación con mis dos acompañantes de asiento y fueron ellas las que me contaron que venían un grupo de diez compañeras de la misma facultad a pasar un mes de vacaciones por Europa. Permanecerían una semana en Madrid y con este fin alquilaron un piso amplio en el centro de la ciudad. Habían formado durante el curso académico un curioso club o asociación de estudiantes cuya finalidad era conocer mundo, en el sentido más amplio del término y en el que sus socias (porque eran todas mujeres) tenían que estudiantes de la misma universidad. Por supuesto, la fraternidad y fidelidad entre todas era un requisito fundamental. Al llegar al aeropuerto me pidieron que hiciera de guía y fuera su acompañante durante al menos ese primer día, algo a lo que naturalmente accedí gustoso. Nada más llegar a la casa me dijeron que estaban cansadas del viaje y que habían decidido no salir hasta el día siguiente. Como es natural manifesté mi disposición a marcharme para que pudieran descansar, a lo que contestaron que una cosa era salir a recorrer calles y ver monumentos y otra iniciar su viaje interior, para el que también necesitaban un guía. En ese momento no entendí muy bien a lo que se referían. - Bien, seré vuestro ...
... cicerone, pero no sé de lo que habláis. - Entonces, ¿estás de acuerdo? Nuestro viaje ahora podríamos decir que es interior, es decir, un viaje de experiencias personales. Nos hemos juramentado para conocer a fondo terrenos para nosotras hasta ahora inexplorados. Dos de ellas fueron a una tienda cercana y subieron comida y bebida, así que empezamos a beber. Corrían el vino y la cerveza a una velocidad de vértigo, hasta que llegó un momento en el que se veía que ya estaban achispadas y desinhibidas. En ese momento se abalanzaron sobre mi inesperadamente, tirándome al suelo y comenzaron a desnudarme, unas me rasgaban la camisa, rompiendo a la vez todos los botones mientras otras abrían mis pantalones cortándolos con tijeras. En poco tiempo estuve tumbado en el suelo, boca arriba, completamente desnudo y sin poder defenderme ni hacer nada, me tenían absolutamente bloqueado. Separaron todo lo que daban de sí mis piernas y brazos, sujetándome una persona de cada extremidad. Mientras estas cuatro me sujetaban, vi como las otras seis se quitaban toda la ropa. Una vez desnudas, sustituyeron a las otras para que hicieran lo mismo. Comenzaron a chuparme el cuerpo entero, acariciarme, sobarme, tocarme de arriba abajo, por todas partes; no dejaron ni un centímetro cuadrado de mi cuerpo por explorar. Sentía sus manos, dedos, lenguas y labios, tanto los de la boca como los de su sexo, que también lo frotaban dejándome rastros de sus jugos por toda la piel. Unas ejecutaban mientras otras me ...