1. Historia del chip 027 -Tres son multitud - Daphne 009


    Fecha: 11/04/2019, Categorías: Dominación Grandes Relatos, Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    No hubo muchos prolegómenos. Primero, ‘vestir a Daphne’ con la venda y atarle las manos a la espalda, que sintió como sus brazos quedaban uno junto al otro. No sabía qué le había puesto Jennifer, pero era muy incómodo. Los codos parecían unidos con cemento. Gimió. —Tendrás que acostumbrarte. Quiero ofrecerte así a los hombres. No he apretado del todo, con el tiempo lo llevarás más fuerte. Ahora voy a maquillarte. Daphne no acierta a apreciar que le pone, quizás algo de un rojo brillante. Jennifer le pone una segunda venda, algo que Daphne considera totalmente innecesario. El juego empieza de inmediato, escuchando los jadeos de sus compañeros de cama que ni siquiera la tocan. Pero durante la noche van despertándola y usan su cuerpo para excitarse, sobre todo los pechos y el culo. En ocasiones las manos recorren sus piernas suaves, depiladas el lunes como es habitual. Daphne aprecia el deseo en las yemas que la inspeccionaban. Sigue oyendo jadeos y respiraciones entrecortadas. Distingue los orgasmos post—chip de Jennifer, los que tanto envidiaba. Le excita oírlos, aunque nadie se preocupa por ella. De repente un pezón arde. El pellizco había sido muy fuerte. Luego Renoir lo besa como si se disculpara para, al momento, pellizcar el otro. Pero deja la lengua en el primero. Está bastante rato repitiendo el acto. Jennifer le acaricia la planta de los pies y también pone su mano allí. Los dos amantes se duermen así con sus manos entre el tanga húmedo de H4. Por la mañana hacen el ...
    ... amor de nuevo con ella en medio. Por fin Jennifer le quita la venda, aunque no el maldito sujeta brazos. La besa con cariño y le acaricia los pechos bien ofrecidos ante la situación de los brazos a la espalda. —Gracias, H4. Gracias— dijo Jennifer mientras excitaba a Daphne. —¿Podrías limpiarme? Daphne asiente. Volvería a producir leche. Cuando empieza, siente el sabor del esperma de Renoir mezclado con el líquido vaginal de A1. Está a punto de vomitar. Jennifer, al darse cuenta, se lo explica. —Es tu lengua, que ya está adquiriendo sus nuevas habilidades. Siempre sentirás el esperma amargo, como el café. Por eso, te surge en la boca a veces el sabor a esperma. Lo confundes con el amargor mientras que mi líquido vaginal te sabe a dulce. No te preocupes, te acostumbrarás en seguida. Daphne sigue con la exhaustiva limpieza de la cavidad repleta de líquido. Hay algo más: sus orejas. Recuerda el tema de los lóbulos. Siente como la parte interior de los muslos le acarician la zona. Una oleada de excitación la lleva a suspirar y detener su acción de sorber a su ama. Inmediatamente continúa, a Jennifer no le gustaba que interrumpiese el movimiento. Cuando siente que ya la ha secado lo suficiente, Jennifer no puede evitar preguntar. —Han sido los lóbulos, ¿verdad? Ya era hora. Ahora podré excitarte acariciando tus orejas y las plantas de tus pies. Así tus pechos y tu clítoris serán para tus amantes. Hay que mejorar lo de los hombros, quiero esos pechos bien expuestos, ahora les falta ...
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