Historia del chip 027 -Tres son multitud - Daphne 009
Fecha: 11/04/2019,
Categorías:
Dominación
Grandes Relatos,
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... de él y no deja de restregarse como una hembra en celo y muerta de hambre. Sólo se detiene cuando Renoir tiene una erección de caballo. —Bien, creo que he pasado el examen. Para una vez que puedo comer lo que quiera... ¿Te importaría esperar para tu postre o a la mejor prefieres que te lo dé Jennifer? Levantado la pierna y realizando el gesto contrario se incorpora con agilidad. Coge un croissant y le da un bocado. Sus acompañantes no han visto nunca a nadie saborear tanto una pasta. Daphne busca el café y se sirve una pequeña taza. Jennifer le acerca unas nueces y le unta una tostada con mantequilla y mermelada. —Daphne, cuando hayas terminado de desayunar, quiero preguntarte una cosa. Jennifer le informa sin dejar de observarla. Daphne nunca le ha visto una mirada tan amorosa. —Puedo acabar ya... si es tan importante— le dice Daphne, esperanzada de que no se lo pida. Las dos se echan a reír. Renoir nota su complicidad y H4 nota un cambio en su semblante. Su dureza extrema pasa a una cordialidad que no ha visto hasta este momento. —Ni se te ocurra, Jennifer. Me encanta apreciar sus encantos. No siempre una mujer desayuna desnuda en mi barco. No rompas la magia. Daphne, dando a entender que un piropo así merece respuesta, se pone de pie, da una vuelta completa y hace una salutación. Se vuelve a sentar y recorre la mesa con la mirada escaneando los platos. Quiere sabores que ya no recuerde. Jennifer le acerca un bizcocho, antes de dárselo le dice: “Con moderación”. A Daphne ...
... se le alegra la cara y se corta un trozo fino. Mientras se lo toma, el deleite que siente le provoca una especie de delirio, casi mejor, de sensación de estar en el paraíso. Termina chupándose los dedos. —Si te tomas igual de en serio el asunto que dejaste pendiente... Daphne no se da por aludida. Se decide por el café y lo saborea. Es la primera vez que lo disfruta, casi sin importarle el sabor a esperma que rezuma. La química mágica de Jennifer. Mira a Jennifer. —Renoir sólo tiene que pedirlo. Si hasta alturas tiene dudas, sería el hombre más tonto que he conocido. Por cierto, lo que sobra aquí es tu bañador. Seguro que aprecia más a dos mujeres desnudas que a una sola. Aunque, claro, tu cuerpo remendado no llama tanto la atención. Jennifer se lanza a por Daphne. Renoir también se levanta. Daphne consigue besar a Jennifer y le cuchichea: “Vamos a por él”. Jennifer se quita el bañador y agarra por el cuello a Renoir, que por fin comprende el juego. Están dos horas revolcándose. Para Daphne estar de igual a igual con los amantes la llena de confianza. Cuando terminan, saciados y satisfechos, tiene una lágrima. Jennifer la recoge con la lengua y la engulle. Daphne sabe que algo está pasando. Confía plenamente en Jennifer, sin dejar de comprender que todo es una pantomima. Quiere decir algo, antes los dedos de A1 van a su boca e indican silencio. Como si estuviera todo preparado, sus compañeros se levantan y dicen: “Vamos a nadar.” Renoir antes de saltar cuida de bajar las dos ...