Historia del chip 027 -Tres son multitud - Daphne 009
Fecha: 11/04/2019,
Categorías:
Dominación
Grandes Relatos,
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... escalerillas del barco. En cuanto se juntan los tres en el agua, comienzan a bracear y alejarse. Sólo cuando el barco está bastante lejos, paran. Daphne ya está helada y cansada. Hace muchos largos en la piscina y de alguna manera es distinto. El mar siempre parece diferente. El cerebro está inquieto ante lo desconocido. El cuerpo modificado de Jennifer puede estar sin respirar minutos y el frío no le va a hacer el mismo efecto. Y, al parecer, Renoir tiene capacidades similares. El miedo ha comenzado a apoderarse del cerebro de Daphne y puede que de su cuerpo. Jennifer la besa para calmarla. —Quédate tranquila. Puede darte aire de mis pulmones. Todo el que haga falta. Hay un islote a unos minutos. Nadaremos hasta allí. Al sol no tendrás frío. Cuando llegan, tienen que ayudarla a salir. Está congelada. No lo entiende. Es el caribe. El agua no está tan fría. Debe estar enferma. Renoir y Jennifer la ponen entre ellos y esperan a que reaccione. Daphne se duerme. Cuando se despierta, hacen el amor durante casi dos horas. Daphne se dice a sí misma que se podría acostumbrar a ello: aire libre, un mar entero para ellos solitos, una chica con un cuerpo perfecto y un chico que mejoraría en unos días y cuya capacidad para otorgar placer era infinita. La orgía es intensiva. Daphne tiene que indicarle a Renoir que sería imposible mantener la apariencia de que estuviera más por ella que por Jennifer, con su cuerpo perfecto. A Jennifer le sorprende la insistencia de Daphne en sentirse ...
... inferior. Decide seguirle el juego y terminan como en el barco. Una pareja entregada una al otro con una sumisa de complemento. La diferencia es que a Daphne se le otorga la posibilidad de sentir placer extremo salvo por la imposibilidad de los orgasmos. Daphne casi ha decidido volverse religiosa. Renoir le acaricia los lóbulos de las orejas mientras que Jennifer le toca los pies, exactamente en los lugares que requieren atención. Se lleva el pene de Renoir a su boca, su lengua saborea también el olor de Jennifer. Hasta su culo había sido modificado, estaba claro. Olía bien. Esperaron a que terminara. Daphne hacía que el teatro tuviese emoción. —Podría acostumbrarme a esto — explica Daphne antes de volver a dormitar un poco. —¿Es el momento? — dice Jennifer, al aparecer a Renoir, ya que Daphne no la entiende —Nunca es el momento— parece replicar Renoir. Daphne se incorpora con cuidado. Ya no parece tener síntomas de ninguna enfermedad. —¿El momento para darme un achuchón? — les dice con sorna. Se vuelven sorprendidos. Jennifer reacciona antes. —El momento de dejarte abandonada en este islote, por decir que mi cuerpo...— Jennifer hace una pausa, el resuello no le permite continuar. ...remendado— termina Renoir la frase. Los tres se ríen. Daphne mira a Jennifer. Incluso en esas circunstancias se siente excitada al contemplarla. Y Renoir ya le parece más atractivo que antes. Seguro que le han puesto algo en la comida. —Bueno, hicieron un buen trabajo, por qué negarlo— dijo Daphne. ...