Extraña historia
Fecha: 11/04/2019,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Esta historia es totalmente ficticia e inventada. Cualquier parecido con la realidad es totalmente fortuito. Todo ha salido de mi imaginación. ------------------------------- No tenía ni idea de lo que hacía allí. Me había despertado en una habitación desconocida. Abrí los ojos y pude ver lo que había a mi alrededor. Era una habitación grande y poco decorada. Yo me encontraba en un colchón situado en una de las esquinas al pie del suelo. En la otra esquina había una ducha, un lavabo, un bidé y una taza del váter, junto con un armario donde supongo se guardaban utensilios de aseo personal. Al fondo, más alejado del colchón había una cinta de correr, una mesa con una silla y un armario vestidor con un gran espejo al lado. Ya no había más. Ni un cuadro, ni un solo póster que decorara la habitación. Me desperté con dolor de cabeza, no recordaba haber bebido tanto. Me levanté, busqué mis zapatos, pero allí no estaban. En cambio había unos zapatos de mujer. Eran rojos y con un tacón alto y fino. En ese momento pensé que debí haber pasado una buena noche y sonreí. Me puse de pie, el suelo estaba frío y me dirigí a la puerta. Tenía sed. No tenía ni idea de donde estaría la cocina pero necesitaba llenar mi estómago de agua, tenía la garganta seca. Intenté abrir la puerta de la habitación pero estaba cerrada con llave. Era una puerta bastante gruesa y parecía que tenía doble cerradura. Me empecé a inquietar. ¡Alguien me había encerrado allí! Golpeé la puerta una y otra vez pero nadie ...
... daba señales de vida. Me estaba poniendo bastante nervioso. ¿Me habrían secuestrado? Sólo recordaba haber estado en una discoteca, bailando, bebiendo y… nada más. De pronto salió algo de la puerta. Como esas pequeñas compuertas móviles de las farmacias que se utilizan para que no haya contacto con el exterior. De la compuerta salió una botella de agua mineral. Bebí hasta vaciarla completamente. Nunca había tenido tanta sed. En ese momento me di cuenta de la situación; alguien me estaba reteniendo allí a la fuerza y no tenía pinta de que me dejaran salir. Estaba realmente jodido. Me puse a inspeccionar la habitación bastante nervioso. Abrí el vestidor y encontré ropa de mujer. Faldas, medias, ropa interior, vestidos, zapatos. Había allí de todo. En ese momento me di cuenta que sólo llevaba puesto un boxer. Tenía bastante frío y por allí no había nada con que taparme. Volví a abrir el vestidor y saqué una camiseta, un abrigo y un pantalón. Me quedaba un poco ajustado pero me valía. Me sentía un poco ridículo con aquella ropa. Pero tenía bastante frío. Empecé a dar vueltas por toda la habitación mirando en cada rincón, abrí los cajones del lavabo. Allí encontré maquillajes y pontingues típicos de una dama. ¿Qué coño pasaba? ¿Por qué me habían dejado allí? Seguí dando vueltas por la habitación. Se me estaban quedando los pies congelados. Así que volví a abrir el vestidor y busqué unos calcetines, sin éxito. Miré a mi alrededor y vi aquellos zapatos de tacón al lado del colchón. ...