1. Mi suegro me hizo su esclava (V)


    Fecha: 12/04/2019, Categorías: Incesto Dominación Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuándo sería. Unos segundos después Don José se incorporó y mientras salía de la cocina me dijo: “limpia todo, esperas a que te llame y vienes perra”. Obedecí, me subí la tanga, me levanté y limpié todo el batidillo que había quedado, sosteniendo la cadena que colgaba del collar que tenía en el cuello. Cuando terminé ya empezaba a oscurecer y me senté a esperar a que “mi amo” me llamara; tardó unos diez minutos y me llamó; fui a la sala, en donde estaba mi suegro sentado en una silla; me acerqué y él tomó la cadena que colgaba de mi cuello; se levantó y me dijo: “sígueme”; yo empecé a caminar detrás de él y entonces se detuvo y mirándome fríamente me dijo: “¿eres estúpida o qué? ¡Como perra!”. Entendí que quería que lo siguiera en cuatro patas y me humillé haciéndolo; el infeliz de mi suegro me condujo hasta su recámara; entramos y me hizo seguirlo hacia un lado de su cama que no se veía desde la entrada; allí en el rincón había una jaula grande para mascota abierta; Don José me llevó hasta ella y me dijo: “muy bien perrita, métete”. Yo dudé un segundo, no me latía la idea de estar encerrada ahí; mi suegro me dijo: “anda, adentro, se buena chica”. No tuve más remedio que obedecer; me metí gateando a la jaula. Una vez que estuve adentro, mi suegro cerró la jaula y le colocó un candado por fuera; yo exclamé: “¡Oiga, no…!”, pero nada pude hacer, el desgraciado me había metido ahí como su perra. Él me dijo: “vas a estar quieta y callada, si no quieres que tengamos ...
    ... problemas”. Tuve que asentir con la cabeza muy a mi pesar. Luego él me ordenó: “quítate el bikini”; a lo que yo iba a protestar: “¡pero…!”; “¡Ah, ah, ah! Calladita perrita, obedece o te irá mal”, dijo en tono de advertencia. Obedecí, me quité el bikini y se lo di por en medio de uno de los cuadros de la jaula. Quedé totalmente desnuda ahí adentro. A continuación, mi suegro tomó la cadena y la amarró a una pata de su cama y me dijo: “hoy vas a dormir aquí, junto a mí perrita; descansa mucho que mañana nos espera una larga jornada”; luego él se quitó la ropa, se puso una camiseta y un short, prendió la TV y puso un programa que parecía un documental de guerra; apagó la luz y se acostó; a los pocos minutos lo escuché roncar dejando la TV encendida. No pude aguantar más, me tiré al piso y me solté llorando por el dolor y al darme cuenta de que el nivel de humillación era cada vez peor y que no podría llevar a cabo mi plan. No supe a qué hora me quedé dormida, pero el despertar fue terrible: sentí que mi suegro me sacaba de la jaula jalándome de la correa con fuerza, casi ahorcándome y ayudándose jalándome del cabello con la otra mano; yo no entendía que pasaba, estaba tirada en el piso y sentí como él me empezaba a pegar con su cinturón en las nalgas; yo trataba de detenerlo, pero al moverme los cinturonazos pegaban en diferentes partes de mi cuerpo, lastimándome y haciéndome llorar. “¡YAAA, AAAYYY, NO, YA, NO, NO POR FAVOR, YA NO ME PEGUE, AYYY!”, gritaba yo mientras metía las manos ...
«12...678...12»