1. Ricas, ricas vacaciones


    Fecha: 15/04/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Saqué mis manos del cuerpo de Julia, y tomándola de la cintura, le di la vuelta para fundirme con ella en un beso apasionado. Nuestras lenguas se juntaron, y Julia se aferró a mi culo, al tiempo que yo metía la mano por debajo de su falda para asirme a sus magníficos glúteos. Sin dejar de besarla, pude observar cómo Carlos se encontraba sentado en una butaca, mientras Lorena, sentada de espaldas a él, se dejaba meter manos por debajo de la falda mostrando una carita de evidente satisfacción. Por encima de su camiseta, Carlos estrujaba sus tetas mientras le besaba el cuello. Por su parte, Sonia se había sentado en el borde de la bañera con las piernas abiertas y su espalda apoyada contra el cristal, en lo que sin duda estaba suponiendo una comida de coño en toda regla por parte de Nando. Julia se separó un poco de mí, y desabrochándose el cinturón, me invitó a ir a la piscina a continuar la faena. Le desabroché el botón de la falda, y bajándole la cremallera, deslicé la falda por las caderas hasta dejarla caer a nuestros pies. Aún con la camisa puesta, Julia me sacó la camiseta y me desabrochó los pantalones, dejándome en calzoncillos en cuestión de segundos. Sin hacerme de rogar, me lancé a la piscina, iluminada con un foco desde el porche. Una vez dentro, me situé en la zona de menor profundidad, apoyado contra el borde invité a Julia a unirse a mí. Con un contoneo propio de una diosa, bajó por las escaleras hasta el agua. Inclinó su cabeza hacia atrás hasta mojarse el ...
    ... pelo, permitiendo con ese movimiento que sus pechos casi se escaparan del escote de la camisa, que mojada descubrían los senos y pezones de Julia como si estuviese ya desnuda. Me acerqué a ella, y aprisionándola contra la pared, agarré las solapas de la camisa para arrancar los botones de un solo tirón. Sin sacarle la camisa, agarré sus pechos con mis manos, y pellizcándole los pezones con fuerza comencé a besarla de nuevo. Sus manos apretaron mi trasero, apretando mi pelvis contra la suya. Nuestros sexos, oprimidos entre sí, friccionaban uno contra el otro, solo separados por la levedad de la tela de nuestra ropa interior. Sin dejar de besarnos, nos fuimos girando, hasta quedar yo contra la pared, y Julia frente a mí. Tomándome de la nuca, Julia me atrajo hacia sí, hasta encajarme la cabeza entre sus esponjosos senos. Apliqué mis labios a sus endurecidos pezones, que relamí con frenesí. Cerrando los dientes sobre uno de sus pezones, le apliqué un mordisquillo que le arrancó un pequeño chillido mezcla de dolor y placer. Llevé de nuevo mis labios en busca de los suyos, que me recibieron con pasión. La lengua de Julia fue descendiendo por mi cuello y mi tórax hasta detenerse sobre mis pezoncillos , que fueron severamente estimulados por sus ávidos labios. Los labios de Julia continuaron su descenso hasta que su cabeza quedó sumergida a la altura de mi sexo. Me bajó los calzoncillos liberando así el esplendor de mi polla que quedó justo a la altura de su cara. Me agarró con suavidad ...
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