Ricas, ricas vacaciones
Fecha: 15/04/2019,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Fernando irían en el coche de este. Nos tocó esperar con Sonia casi media hora, pues una de las chicas se había quedado dormida (¡qué raro!).Sonia es una tía estupenda, muy simpática y agradable, y además no está nada mal. Tiene una carita muy atractiva, con grandes ojos negros, que te miran como si estuviera pidiendo algo; es bajita y menuda, lo que no impide que tenga un buen par de tetas y unas posaderas de las que van pidiendo guerra (ya os dije que todas las nenas de su pandilla son de armas tomar). En lo que nos estábamos tomando un café, llegaron los ausentes. Tras los saludos, besos y presentaciones oportunas, nos dispusimos a organizar los maleteros de los coches con los miles de trastos que se llevan a la playa. Entre maletas, sombrillas, esterillas, sillas y resto de parafernalia, íbamos más cargados que los moros que bajan a Algeciras. Nuestras dos compañeras se veían magníficas en esa soleada mañana de verano. Julia había acudido con aire deportivo, tocada con una gorra y con su pelo recogido en una cola de caballo. Ataviaba un vestido de algodón atado al cuello que, corto cortísimo, permitía una generosa visión de sus bronceadas y lustrosas piernas, mientras que sus esplendorosos pechos pugnaban por emerger de la amplia V que formaba el escote. A su vez, Lorena se presentó con un mini short de talle bajo ajustadito a sus primorosos cachetes, mientras que en la parte superior lucía una camiseta de tirantes finos que se ajustaban perfectamente a su bonitas tetas, ...
... dejando descubierto su vientre plano, desde la parte superior al ombligo hasta casi mostrar la parte superior del pubis. Ninguna de las dos perdió ocasión de mostrar escote, de contonear las caderas y de mostrarse todo lo encantadoras de que sólo las niñas malas son capaces. Me dije que no comenzaba mal la aventura; de momento, y sólo para el viaje, se habían presentado risueñas, zalameras y provocadoras, lo que alentaba los más pérfidos y lujuriosos pensamientos de mi imaginación calenturienta. Tras la organización del maremagnum de equipaje, nos dispusimos a salir. El beso que Julia me había plantado en la comisura de los labios al saludarme, suave y prolongado, así como la magnífica figura que lucía, me desarmaron cuando ella me pidió ir sentada en el asiento del copiloto en el coche, así que partimos, Julia sentada a mi lado, y Lorena con Carlos en los asientos traseros. Cuando nos montamos en el coche vi que Carlos ponía una cara un poco rara. Venía relamiendo las tetas de Julia con la mirada desde que apareció, y no le había gustado mucho la predilección que Julia y yo teníamos entre nosotros. Lorena estaba fenomenal, pero Julia era mucha Julia. Tomamos la A3, y antes de llegar a Sta. Eugenia, nos topamos con el consiguiente atasco, que no dejaríamos hasta bien pasada Arganda. No nos importó demasiado, ya que íbamos enfrascados en una animada charla. A Carlos se le fue quitando el careto a medida que íbamos descubriendo lo amena y encantadora que resultaba Lorena, que ...