1. Sexo, vinos y Bossa Nova


    Fecha: 19/04/2019, Categorías: Hetero Grandes Relatos, Autor: flakojorge, Fuente: CuentoRelatos

    La vida de un músico suele ser un compendio entremezclado de claroscuros, los momentos de inigualable placer que regala el arte, se suceden con períodos de incertidumbre y dudas. Algo que es seguro en la vida de un artista es que todo el tiempo se presentan situaciones imprevistas, impensadas, como la que les contaré a continuación. Tenía por aquel entonces 23 años. Vicky y yo nos presentamos, como cada jueves desde hacía un par de meses, en un pequeño restaurante de Balvanera, en la Ciudad de Buenos Aires. Vicky es una cantante tan bella como talentosa y yo la acompañaba en la guitarra. Nuestro repertorio giraba alrededor de la música popular de Brasil con algún que otro tema de jazz o folclore. La sensualidad y el tono de voz de Vicky le daban un toque muy especial a nuestros conciertos. El público solía ser cálido y muy tranquilo, gente a la que le gustaba ir a comer y tomar algo rico mientras disfrutaba de un poco de música en vivo, en un contexto bastante íntimo. Esa noche una pareja llegaría para romper con el molde y dejar en mi recuerdo una marca imborrable. Se sentaron en la mesa mas próxima al escenario, bien pegada a nosotros. A mi siempre me molestaba esa mesa, justamente por la extrema cercanía que la hacía un tanto incómoda para nosotros. De hecho casi nadie elegía sentarse ahí a no ser que fuera la única mesa disponible. Sin embargo, la pareja en cuestión lo hizo con el restaurante a medio completar y sin dudarlo un segundo. La ofuscación que ello me produjo ...
    ... sería completamente transformada mas tarde. Nosotros ya teníamos el set preparado y tomábamos algo en la barra. Luego de unos 20 minutos, arribamos al escenario para empezar con nuestro show. Ante nuestro saludo habitual de buenas noches, al que el público solía responder tímidamente, la parejita de adelante nos devolvió altisonante la expresión y mirándonos fijamente y sonrientes dijeron "buenas noches". Sus sonrisas estaban llenas de carisma y sinceridad. Arrancamos como casi cada noche con Dindi, de Jobim, nos gustaba el clima que generaba ese tema. Vicky, con su vestido rojo, largo y ceñido, comenzaba el tema a capella. Siempre, cada noche, ese era para mi un momento mágico, donde la excitación sensual y musical se fusionaba en una sola sensación de una potencia abrumadora. La belleza de Vicky se multiplicaba en cada nota que salía de su voz y la tensión física y emocional que me producía me inspiraba de manera especial para comenzar a tañer las cuerdas de mi guitarra como forma de expresar y liberar esa tensión a través de la música. La expresión en el rostro de la parejita de adelante delataba en ellos un estado similar, los ojos grandes y atentos por un momento, al siguiente, los ojos cerrados y una inspiración profunda, para luego volver a abrir los ojos y exhalar el aire y el éxtasis recientemente incorporados, todo con sus sonrisas amplias y plácidas. Claramente era el público mas empático que habíamos tenido hasta el momento. Con el pasar de los temas y el bajar de ...
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