EL TIO Y EL SOBRINO - Relatos Eróticos

EL TIO Y EL SOBRINO

... le había pedido una cerveza y que me había ido sin avisarle y sin pagar, y que yo no era así, bueno lo importante es que ya se te aclararon algunas cosas, si me dijo, reanudamos la marcha y me dejo cerca de casa, a los tres días, recibí un correo de Juan, ofreciéndome disculpas por lo que había pasado y pidiéndome vernos me explico que su tío estaría ausente un par de días y que por eso querían aprovechar su ausencia, con algo de duda accedí, esta vez la cita era a las 7 pm, al llegar puntual ese viernes, solo estaba Juan, me abrazo y me volvió a ofrecer disculpas, descuida ya paso, no le dije que yo ya había hablado con su tío, pero si le pregunte, ¿Oye y a donde fue tu tío? ha no te preocupes por él, esta vez nos dejara hacer lo que nos gusta, y habiendo terminado la frase, me puso una venda en los ojos, trate de quitármela pero el amable y cariñosamente me suplico que le siguiera el juego, otra vez accedí, me deje vendar, una vez con los ojos vendados, comenzó a quitarme la ropa dejándome en medias negras al muslo y una tanguita diminuta arriba solo llevaba una playerita tipo ombliguera pegadita y de manga larga, comenzó a besarme los muslos, y meter la mano por debajo de mi playera, pellizcaba mis tetillas y besaba mi cuello, haciendo que se me erizara la piel en cada caricia, después me tomo de la mano y guiándome, me llevo a la cama, al tocar la parte baja del colchón sentí unos pies desnudos, subí por las pantorrillas peludas, y después por las piernas, toque sus ...

... testículos, y le dije al desconocido, ¿Eres tu Antonio? él tipo no respondió, yo seguí recorriendo con mis manos su pene medio flácido, sus testículos y entonces me agache, empecé a chupar delicadamente ese verga hasta hacerla levantarse, una vez dura, mis succionadas se hicieron más intensas, si era Antonio, esta vez sentía su verga un poco mas grande no sé quizás la última vez con la prisa sentí que era mas pequeña pero ahora la estaba disfrutando plenamente, entonces sentí las manos de Juan, espera golosa, espera, súbete a esa verga que te quiere sentir, apoye las palmas de mis manos sobre ese pecho peludo, me desconcerté un poco por qué no recuerdo que Antonio hubiera tenido tanto vello en el cuerpo, de hecho recordaba sus testículos rasurados, y los que acababa de lamer tenían vello, y solo habían pasado 3 días, pero bueno, con una mano toque el pene de quien pensara yo era Antonio, solo para verificar que tuviera puesto el condón y una vez que comprobé que así era, empecé a bajar por ese trozo de carne que sentía cada vez más grande, hasta que por fin se enterró todo dentro de mi culo, haaaa, haaaa que ricooo, me encantas, se que estabas grandote pero no recuerdo que estuvieras así de enorme, cógeme Toño, cógeme así, que rico siento tu verga abriendo por completo mi culo, empecé a mover mis caderas en círculos, y sentí unas manos aprisionando mi cintura, tomo mi espalda y me jalo hacia él, con ambas manos tomo mi cara, y me dio un beso en la boca, metiendo su lengua dentro ...