Noche de copas - Relatos Eróticos

Noche de copas

... coqueta su pantaletas tipo bikini, cuando nos sentamos se me acerco, me empezó a besar y con su mano derecha me bajo el zíper, saco mi verga y me la comenzó a chaquetear tan rico que me sentía terminar. No se pudo aguantar y me la empezó a mamar, todos nos miraban pero nadie decía nada y solo se escuchaba la música. De repente se paro, se desabrocho dos botones de su escotado vestido y me dejo ver sus preciosos senos los que de inmediatamente empecé a acariciar y besar. Hice a un lado su pantaleta y le empecé a introducir un dedo en su ardiente vagina y a pasear muy delicadamente mi otro dedo en su diminuto culito. Así estuvimos algunos minutos, evidente ya que habíamos bebido demasiado, fuimos al baño, ella escoltada por dos mujeres y yo por un hombre, note que se tardo un poco más de lo normal en salir, lo que aproveche para servir otras copas. Cuando regresaba, note que aun no se había cerrado los botones de su vestido, por lo que al caminar discretamente enseñaba un poco más de lo normal sus hermosos senos. En cuanto llego, sin perder tiempo empezamos a fajar nuevamente, casi de inmediato me dijo al oído que una mujer la había pedido que si la dejaba que mamara tu verga, que al fin en este lugar nadie nos conocía y le dije que sí. Mientras me untaba sus tetas en la cara, note que le hiso una señal a una mujer, la sentí cerca de mí y casi de inmediato me agarro la verga y me la empezó a chaquetear, muy poco después se incoó y me la empezó a mamar. Ya no aguante mi ...

... calentura y le baje las pantaletas a mi esposa sintiendo un deseo incontrolable de mamar su vagina, así que se sentó en la mesa y de inmediato se la empecé a mamar, metí mi lengua tan profundamente, como creo que jamás lo había hecho. Mientras, yo me dejaba mamar la verga y sentir como por momentos me mordía suavemente mis huevos esa desconocida mujer. En varias ocasiones intente ver la cara de esa mujer, pero no podía dejar de oler y chupar la vagina de mi mujer, ella se contorsionaba mientras se la lamia, no note que le hizo una señal a un tipo, que en pocos segundos sentí que se acercó. Se bajo de la mesa, hizo a un lado a la mujer que hincada me mamaba, como yo seguía sentado, mi mujer se abrió de piernas tomo mi verga con una mano y se la introdujo en su vagina que estaba tan lubricada que entro fácilmente. Sentí al hombre al que le hizo la señal, muy cerca de mi hombro, sin perder el ritmo de mete y saca, vi como con las dos manos bajo su zíper, le saco la verga que estaba tan cerca de mí, que note que la traía parada. Mi mujer se la empezó a mamar casi de inmediato, yo escuchaba las chupadas que ella le daba casi en mi oído, se empezó a mover con más fuerza para penetrarse mi verga lo más profundo que fuera posible, era evidente que mi mujer estaba calientísima. De repente, sentí que me mordían los huevos, era esa mujer que no le bajaba la calentura, se paro y le pidió a mi mujer que le permitiera compartir la verga que mamaba. Mi mujer accedió, sin soltar la verga de ese tipo ...