1. Entre primos


    Fecha: 26/04/2019, Categorías: Incesto Autor: SebasPotterM, Fuente: SexoSinTabues

    ... tomó la mano y la posó sobre su pene erecto. Después me soltó y yo quité la mano. Me dijo que no me diera pena, y yo poco a poco accedí a agarrársela. Luego me dijo que moviera la mano como él había hecho la vez anterior, pero yo no me atrevía. Entonces agarró mi mano y me empezó a guiar, hasta que me soltó y yo seguí pajeándole. Él dijo que se sentía muy rico, que siguiera. De pronto sentí como su pene se ponía más duro, y yo seguía con mi trabajo manual; hasta que su pene dio un saltico y ante mis ojos sorprendidos, empezó a salir una cosa blanca y pegajosa que me ensució la mano y el piso. Eso me dio asco y solté su pene. Le pregunté que era eso y me dijo que leche, pero que esa no se podía comer. Yo le creí y me dijo que cuando creciera un poco a mi también me saldría. En mi mente dije que esa cosa pegajosa y que olía a feo no me iba a salir nunca a mi. Se limpió y así mismo hizo con mi mano y el piso. Luego me fui. Así pasó el tiempo y cada vez que iba a jugar y nos quedábamos los dos solos, sucedía lo mismo. Yo le pajeaba y el me tocaba. Así hasta que él se viniera. Poco a poco se me fue quitando el asco al semen. Todo siguió igual, hasta un día (ya tendría yo diez años) en que mientras le hacía la paja, me dijo q me bajara la sudadera completamente y me acostara en la cama de lado. Yo hice tal cual me pidió. Entonces me levantó la pierna y puso su pene en medio, rozando mis huevitos y mi propio pene. Yo sentí súper rico. Cuando inició a moverse, simulando una ...
    ... penetración, la sensación fue mejor. Me gustaba eso. Así siguió hasta que se apartó porque ya se venía y no quería llenarme de su leche. Por supuesto que eso lo repetimos muchas veces, y siempre me recordaba que no dijera nada y nunca lo hice. Después de un tiempo yo ingresé a la secundaria y ya no hicimos nada. A mi se me fue olvidando todo (supuestamente). Pero a los catorce años, con muchas dudas respecto a mi sexualidad, hice algo arriesgado. Fui a su casa, que quedaba al lado de la mia, y me metí a su cuarto. Él dormía y yo despacio me acosté a su lado. Estaba boca arriba y tenía un brazo alzado, dejando expuesta su axila. Olía rico. No era sudor, era como su olor de hombre no sé, pero me gusto ese olor. Eso hizo que mi pene despertara. Entonces, con mi mano temblando, la dirijí a su pene, y lo toqué sobre el pantalón. Estaba medio flácido. Así que empecé a sobárselo sobre la ropa. Se le fue poniendo más dura. Yo quería tocarla toda, así que le abrí la bragueta del pantalón y metí mi mano en su bóxer. Ahí se despertó y yo me asusté. Pero no se enojó y me sonrió. Se bajó todo y la dejó al aire. Así pues, yo la agarré y le masturbé con ganas. Coloqué mi cabeza sobre su abdomen bajo y él me empezó a manosear las nalgas. Esa sensación fue eléctrica. De pronto, creció en mi un deseo por probar su pene. Lo tenía frente a mi, con mi cara cerca y era como un imán que me atraía. Así que seguí mi instinto y lo hice. Me metí el glande en la boca. Él se sorprendió por lo que hice pero como ...