Apuesta numero 1
Fecha: 28/04/2019,
Categorías:
Masturbación
Voyerismo
Autor: coleccionista, Fuente: xHamster
... intensamente, gracias a lo acumulada que iba. Quise gritar, quise revolcarme, pero tuve que contenerme.Al terminar la vibración también cesó, tenía un ojo atento mi amiga. Entonces me fijé en el metro, había algunas miradas curiosas, estoy segura que mi aspecto no era el mejor.-Pareces adolorida, tienes unas grandes ojeras…. ¿estás bien? –bromeó Romina.-Sí, muy bien –dije yo, y era verdad.Yo aún estaba algo afectada por el placer, y nunca en el viaje dejé de estarlo realmente, porque la desgraciada nunca apagó el vibrador, solo le bajó la intensidad lo suficiente para que yo no me volviera loca.-Es bien bueno el juguete, parece –me comentaba en voz baja. Suspiré.-Ni te imaginas… además en este lugar… es como morboso.-¿En público? ¿Te gusta eso?-Sí –admití, ruborizándome.Ella no dijo nada pero sonrió para si misma. Algo planeaba.-¿Estás lista? –soltó al fin.-¿Qué, de nuevo? –Dije yo-, dudosa pero después de unos segundos tomé una decisión- Si… lista.Entonces el huevo comenzó a vibrar, tal y como vibraba cuando me había corrido. Mi entrepierna comenzó a humedecerse aún más, entre sudor y líquidos sexuales, y mis calzones seguían adheridos a la piel de mi culo. Yo solo quería desnudarme de una vez y comenzar a tocarme ahí mismo, pero sabía que no podía.Abrí un poco las piernas, para tener mejor equilibrio mientras el metro doblaba, sentí que mis muslos estaban algo pegajosos por el sudor. Me sentía sucia, pero no podía dejar de disfrutarlo. Sin querer mis caderas se movían ...
... levemente, como si intentara cabalgarme a alguien. Sentía cada vez más calor, comencé a sudar bastante.Quedaba solo el último tramo, entre Peña Blanca y Limache, uno de los más largos, y se desocuparon mis asientos favoritos, los que son para dos personas, y el resto de la gente te da la espalda. Me senté ahí con Romina.Fue mucho mejor, pues ahí podía mover más mis caderas sin ser notada. Romina me miraba con ojos curiosos, atentos.Subió la intensidad. Inevitablemente mis ojos se fueron, se pusieron blancos y comencé a jadear, doblándome en el asiento.Me acerqué de nuevo a Romina.-Estoy por irme… por favor, acábame.Ella con una mano acarició un poco mi rostro húmedo y con la otra me mostró el control, y subió al último nivel de intensidad.Apreté mis mandíbulas nuevamente, muy fuerte. Era increíble lo rico que se sentía. Pero quería más, aún más. Ya no me importaba estar en público (aunque igual ahogara mis gritos), abrí mis piernas y levanté mi falda.Romina no se esperaba eso para nada, pues dijo algo, intentó detenerme, pero no le hice caso. Ambas lo vimos, mi calzón estaba empapado de placer, y mis muslos húmedos de sudor. Ella miró a todos lados y me confirmó que nadie miraba, sabía que no me podía detener asique me ayudó… y me miró, aún más atenta.Corrí mi calzón y dejé al aire mi palpitante zorrita, y sin rodeos llevé mis dedos a mi clítoris y comencé a acariciarme ferozmente.Acabé en cosa de segundos, agaché mi cabeza y ahogué mis quejidos mordiéndome fuertemente el labio y ...