Feliz aniversario
Fecha: 28/04/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos
... corta ni perezosa, agarra la tanguita de color amarillo que llevo (con una mancha líquida que cubre la totalidad de la parte delantera) y me lo quita junto a los pantalones. El frío de las baldosas del suelo en mis nalgas me pone la piel de gallina. Los labios de Carmen siguen besando mi cuerpo, moviéndose por toda su extensión, ahora los pechos, los labios, los muslos, la vulva… Su exploración parece no tener límites, y sus dedos son incansables, pellizcando aquí, masajeando allí, introduciéndose por el otro lugar… -Hazme el amor -le suplico, chorreando como una fuente y deseando que me de placer. Sonriendo, se tumba encima de mí, me besa con fuerza mordiéndome el labio inferior, y pone su mano entre nuestros sexos, alzando un dedo como si fuese una polla (extremadamente dura y delgada, pero que se de sobras que va a cumplir su función). Su cuerpo empieza a moverse como si me penetrase un hombre, pero lo que entra y sale rítmicamente de mi vagina son dos dedos de Carmen. El movimiento que imprime sobre mi cuerpo con las embestidas me desliza poco a poco por el suelo, haciendo que mi culo vaya tocando un pequeño trozo de suelo a cada empujón, enfriándolo centímetro a centímetro tras cada embestida. Su pulgar entra en juego, y cada vez que me penetra, acaricia mi clítoris. Mis manos se dirigen a sus tetas, aun cubiertas por su camiseta, y empiezo a apretarle los pezones por encima de la ropa. -Ah, ah, ah… -mis gemidos se escapan de mis labios sin control con cada embestida ...
... que me da mi amada. Sé que si sigue así no voy a tardar en llegar al orgasmo… y ella también lo sabe. Le agarro fuertemente las nalgas para marcar su ritmo e intentar que aumente de velocidad. Cuando mis gemidos pasan a ser grititos de placer que no puedo contener, Carmen aumenta el ritmo de la follada y arquea su cuerpo para poder succionar fuertemente mis pezones. Eso es la gota que colma el vaso, mis dedos le estrujan las nalgas mientras mis uñas se clavan en la firme carne de sus glúteos. Ahora quien se retuerce cual anguila soy yo, con los dedos de mi chica en mi interior sin moverse, y su pulgar puesto encima de mi clítoris. A medida que el orgasmo termina, me relajo más y más, y mis brazos caen medio muertos a mis lados. Totalmente relajada, la miro a los ojos. -Te quiero -le digo llena de felicidad. -Lo sé -contesta mientras se le escapa una sonrisa. -Tápate anda, que vas a resfriarte -me dice mientras se levanta. Moviendo su culo cual modelo en un desfile, se dirige a la neverita, y saca una botella de champán y dos copas. Deja las copas encima de la nevera, descorcha el champán y las llena hasta la mitad. Me tumbo cómodamente en el colchón delante de la chimenea, pero el calor del fuego hace innecesario que me tape con las mantas. Se acerca con una sonrisa y me ofrece una de las copas. -Qué guapa te pones cuando acabas de correrte -me dice con una sonrisa pícara. -Eso no es verdad, siempre estoy guapa -le digo con tono de chulería y una sonrisa desafiante. -Bueno, ...