Helena y el resultado de una apuesta
Fecha: 28/04/2019,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Lesbianas
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Helena y el resultado de una apuesta.Helena me llamó el sábado a mediodía. Podía adivinar que estaba excitada, algo clásico cuando está de buen humor y cogiendo al mismo tiempo.Me dijo entre gemidos: “Tengo una rica sorpresa para compartir, ahora mismo”. Me imaginé que no sería una torta de chocolate recién horneada, sonaba mejor a una conchita dulce o una buena verga bien dura. “Voy para allá” le respondí un poco curiosa. “Te espero, amiga… sin bombachita…”Me di una ducha rápida, perfumé todo mi cuerpo y me deslicé dentro de un lindo vestido liviano de verano.Helena me recibió desnuda, excitadísima, su linda cara colorada y casi transpirando. Llevaba solamente puestos unos buenos tacos altos y medias oscuras de nylon. En su cintura tenía colgado a “Ricky”, el arnés con el consolador color violeta de tamaño mediano. Estaba cubierto de fluidos femeninos, así que deslicé mis dedos por él y me los llevé a la boca.“Hmmmnn, esta conchita no la conozco… qué conseguiste, amiga?”Ella sonrió, tomándome de la mano y arrastrándome hacia su dormitorio. Sobre la cama estaba acostada boca arriba Cinthia, una de las pendejas de Legales, la que parecía más tímida de todo ese grupo de nenas insufribles. Solamente tenía una musculosa que cubría sus redondas tetas, cuyos pezones parecían explotar bajo la tela. Estaba amordazada y atada de pies y manos a las cuatro patas del sommier, el pubis expuesto y delicadamente depilado mostraba sus labios vaginales bien dilatados y enrojecidos por la ...
... acción de Helena. Bajo ellos se podía ver una gran mancha líquida extendida sobre las sábanas.Helena volvió a sonreír: “Es exquisita esta bebota, tiene la conchita más dulce que jamás haya probado”. Me desabrochó el vestido, revelando mi cuerpo desnudo.Le pregunté cómo había conseguido convencerla; amabas sabíamos que Cinthia era definitivamente heterosexual y jamás había tenido sexo con mujeres.“Perdió una apuesta y la prenda era ella en mi cama” contestó Helena sonriente.“Y si hubieses perdido, amiga?”.“Bueno, en ese caso, yo estaría en el lugar de Cinthia con la verga de su noviecito bien empalada en el fondo de mi culo. A esta pendeja solamente le gusta mirar…”Largué una carcajada y subí a la cama. Fui reptando entre las piernas de Cinthia, besé el interior de sus muslos y me detuve a disfrutar la visión de su delicada concha, hasta hoy nunca tocada por otras mujeres...La pendeja tembló apenas toqué su clítoris con mi lengua. Luego se relajó y se dejó llevar, sintiendo mis labios y mis dedos que la invadían. Comenzó a gemir y a pedir más y más a través de la mordaza.Helena mientras tanto había cambiado a “Ricky” por otro aparato de color rojo más pequeño, que siempre utilizábamos para el sexo anal. Se acomodó contra mi cola, que estaba bien expuesta hacia arriba y metió delicadamente un dedo en mi ano, mientras me preguntaba si iba yo a permitirle entrar por mi puerta trasera.“Por la puerta que quieras, amor” Alcancé a responder, antes de sentir ese aparato lubricado con gel ...