Rashid el francés (2) Ethan, el salvaje
Fecha: 29/04/2019,
Categorías:
Gays
Fantasías Eróticas
Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos
... por mi cuello, y el tacto de sus manos acariciándome suavemente desde las piernas hasta el pecho. Allí se detuvo masajeando con las yemas de sus dedos mis pezones, al mismo tiempo que se había apoderado de mi boca y me besaba ardientemente con la suya, metiéndome la lengua dentro hasta la campanilla. El tío me había puesto súper caliente con sus tocamientos, sus restregones de cuerpo, y con sus palabras susurradas en mi oído. No podía disimular la empalmada de polla que se marcaba en mi pequeño pantalón de deportes, ni los gemidos de gusto que me provocaba cada palabra guarra e indecente que me decía. Lo aparté de mi y me quedé mirándolo de arriba abajo, estaba buenísimo con los tejanos gastados y ceñidos, y el gran pollón que le abultaba bajándole por la pierna. Con la camiseta de tirantas sexy, pegada a ese musculoso pecho que empujaba con sus pectorales la fina tela, y dejaba marcados sus duros pezones. Estaba el cabrón para chuparle el cuerpo entero, de arriba abajo sin dejar un tramo de piel, y hacerle un traje con mi saliva. Ethan se arrodilló delante de mi paquete como si estuviera rezándole, agarró con sus manazas mi pantalón y me lo bajó de un tirón hasta los tobillos. En ese instante mi polla salió disparada tensa y erguida, pegada a su cara, y apuntando al techo. El tío se quedó mirándola fijamente, con la boca hecha agua, y relamiéndose los labios con la lengua, mientras me abría los muslos con sus grandes manos viriles. Estuvo oliéndome la polla, los huevos, y ...
... las ingles un buen rato, hundiendo la nariz y absorbiendo el aroma delicioso a niñato, que tanto le gustaba. Me notaba la cabeza de la polla chorreando de pre-cum por la excitación, y por el calentón que me producía ver a aquél tío tan rico y tan macho, agachado entre mis piernas como una vulgar puta come pollas. Me pasó la lengua a todo lo largo de la polla, desde los huevos hasta el capullo, mojándomela por completo de saliva y endureciéndomela al máximo por el cosquilleo de su lengua. Poco tardó el mamón en metérsela entera dentro de la boca, y empezar a chupar como un sádico, mientras me miraba fijamente a los ojos. Yo levantaba la pelvis hacía arriba, meneando las caderas por el gusto, y dándole sacudidas en la boca con mi duro cipote. Ethan me lo chupaba entero de arriba abajo, metiéndolo hasta lo más profundo de su garganta, y tragándose hasta la más mínima gotita salada de pre-cum que segregaba mi capullo. Mi cara, mis gemidos y mi respiración jadeosa era de goce total. Me retorcía de placer con cada chupada que me daba el tío en la polla, aferrándome con las manos a sus pelos, y agarrándolos con fuerza para que no escapara de mi, mientras el mamón continuaba follándome la polla con su boca. La mamada era bestial, el colega sabía perfectamente cómo hacerte disfrutar, y volverte loco de placer llevándote hasta el límite. Desde luego, si había estudiado con Pierre, seguro que habían ido a la misma escuela de mamones y come pollas. Los dos eran súper expertos chupando ...