1. La Feria viene al vecindario


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Grandes Relatos, Fantasías Eróticas Autor: DOÑA TANIA, Fuente: CuentoRelatos

    ... mis brazos, eso me puso algo nerviosa caminaba lento porque no tenía posibilidad de ajustar mi vestidito. Con cada intento de asustarme sus manos iban a tocar ligeramente mi cinturita y ciertas partes de mi cuerpazo de hembrota pero acepté que sería parte de que debían conducirme y no quise parecer exagerada no lo tome como irrespeto, más bien me tenía nerviosa que mi vestido se subiera más de lo normal y ya añoraba se terminara ese recorrido por la casa del terror. Poco a poco mi vestidito se deslizaba por mis piernotas cada vez mostrando un poco de mi tanguita al frente y detrás mis enormes nalgotones. Nada de lo que vi en esa casa del terror me asustó del todo y mi cara de desentendida lo decía, ellos parecieron notarlo, mire a mi vestido y al frente dejaba ver de nuevo toda mi chucha bajo la tanguita transparente, esperaba que los dos payasos no se hubieran dado cuenta. Ya casi terminaba el recorrido, uno de ellos dijo que nada parecía asustarme y el otro dijo que quizás otra cosa si me asustaría. Eso me puso pensativa y de repente cada uno de ellos se abrió un poco el pantalón sacando sus dos enormes pollotas ya bien tiesas. Brincoteaban como dos plátanos de goma mientras me decían que como podría haber entrado allí vestida como toda una zorra, en parte sabia tenían razón y que me habían estado viendo el culote y las tetotas todo el paseo. Me dijeron que nunca había entrado allí una hembra tan sabrosa y ricota como yo, eso me ruborizo un poco mientras les miraba un poco ...
    ... sus sendas vergotas gordas. Me parecía algo muy curioso ver dos payasotes terroríficos con los dos enormes miembros afuera bien paradotes frente a mí, me tentaba la idea de ser gozada allí mismo al momento que me sentaron en un pequeño taburete de madera, mi cara daba a sus pollones. Ellos me los pusieron cerca de mi boca. Era una situación muy morbosa e inusual, y pronto me tomo uno de mi cola de caballo el otro de mi mejilla y de una zampada ya tenía una de las vergotas en mi boca bombeándomela como si me diera una cogidota, el otro esperaba que apenas salía la primera me empujaba la otra dentro de mi boca rellenándola con gorda carne de polla. Yo solo alcanzaba a ver sus dos panzotas y las cara de payasos morbosotes, estuvieron largo rato dándome polla en la boca mientras me quitaban el vestido descubriendo tal hembron ante sus ojos sus garrotes se pusieron más tiesos en seguida. Mis tetonas al aire y yo ya disfrutaba dándoles una deliciosa mamada. Pronto ya me guiaban para iniciar la tremenda faena me subían encima de uno que estaba acostado en la alfombra posando su tiesa pollota en mi carnosa chucha al mismo tiempo que hacía a un lado mi tanguita... Yo brincoteaba como toda una putota encima de aquel payaso cuyo rostro verdadero no veía pero que si gozaba de su espléndida vergota el otro me restregaba su miembro en mi cara dejándolo algo baboso y oloroso a vergoton. Pronto se posó detrás de mí tomándome de las caderas, la cabeza de su miembro empujaba justamente en el ...