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Retporciendome la voluntad. Episodio III
Fecha: 30/04/2019, Categorías: Dominación Autor: marinerosado, Fuente: SexoSinTabues
... amo me manda a sentarme, me siento cruzo las piernas pues es la única forma de que no se vea la ropa interior. Hay el saca el papel y le dice: léelo y cumple con esto. Sino no te puedes imaginar lo que pasara tu querido esposo que ya no será más barón, pues lo trasformaremos en una mujer muy puta. Ella leyó todo, solo me miraba, sus lágrimas corrieron. Me pregunto, ¿cómo ha sido esto? Le dije: no te imaginas el infierno que estoy viviendo, pero esto es la ley aquí dentro. No hay forma de evitarlo solo salvo que logre salir. De eso dependerá pues hay muchas amenazas de seguir los cambios conmigo y muchos ya son irreversibles. Ella extendió sus manos en busca de las mías y volvió a sorprenderse cuando se encuentra con las mías arregladas igual que las de ellas. El amo interrumpió y dijo: que esta puta que tienes de marido no se haga la pendeja, que ella disfruta mucho lo que le hacemos. Y para que no lo dudes mira. Le paso su celular con un video mío con 2 tipos haciéndomelo, donde uno me lo metía por la boca y ...
... otro por detrás. Yo estaba en cuatro en el piso y ellos me daban duro. Él le dijo a mi esposa: la vez, no hay un gesto de resistencia, todo lo contrario lo acepta totalmente. Lo que él no le dice es las consecuencias que me esperan si no permito que me lo hagan. Le mostro el video en la parte final de la cogida, cuando el primero se viene en mi boca y me dice: trágatelo todo puta si dejas caer una gota ya sabes lo que te espera. Y filmo mi cara recibiendo toda la leche de este tipo y como después me obligaba con mi lengua a limpiarle su miembro. Luego el otro me lo saco de atrás haciendo que se lo mamara también y se vino sobre mi cara con un derrame que baño mi cara. Filmo a detalle toda mi cara llena de leche y luego como tomaban con su dedo esa leche y me lo ponían en la boca para que la chupara. Mi esposa estaba estupefacta e incrédula de ver ese video que ya no dejaba ningún margen de duda de lo que estaba viviendo. Finalmente nos despedimos, nos paramos y nos abrazamos ambos en tacones como dos buenas amigas.